El abogado y político Américo Gregorio Martín Estaba, Orador de Orden de la Sesión Solemne de la Asamblea Nacional que se celebró este martes con motivo del Ducentésimo Quinto Aniversario de la Firma del Acta de la Declaración de la Independencia de Venezuela, advirtió que los integrantes del ayuntamiento de la Caracas de 1811, mentían al pueblo para obtener poder.

El invitado, quien fue militante del ala de izquierda más radical del partido Acción Democrática (AD) en la década de los 60, inició su discurso calificando a la audiencia presente en el Hemiciclo Protocolar del Palacio Federal Legislativo como «especialmente selecta y respetable».

El abogado y político paseó a quienes escucharon su alocución por la historia de la independencia de Venezuela y algunos hechos falaces de la Junta Suprema. «La política aconsejó a sus actores a moderarse porque no existían las condiciones para una independencia y por eso los dos fracasos: el de Manuel Gual y José María España y el del precursor Francisco de Miranda cuando desembarcó»

Américo Martín; quien tras su expulsión de AD fundó el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), organización que inició la lucha armada contra el gobierno de Rómulo Betancourt tras su inhabilitación política, hasta el primer gobierno de Rafael Caldera;  advirtió que gracias al historiador Pedro Grases, los venezolanos se conocen mejor.

«Éste descubrió que todos los documentos de Gual y España fueron redactados por Juan Bautista Picornell».

Agregó que Miranda no era tan feroz como lo pintaban. «Pero esas sutilezas no eran tan importante y por eso lo aislaron en 1810. A su regreso al país, más por la presión de admiradores, como Bolívar, fue admitido». Continuó señalando que lo cierto es que tales experiencias del 19 de abril y del 5 de julio se ajustaban a las oportunidades. «La estrategia equívoca de la Junta Suprema de 1810 puede explicarse apelando a razones de buena y sana política».

En adelante, el historiador se atrevió a comentar algunos acontecimientos independentistas en Brasil haciendo referencia a las dictaduras militares. «Los golpistas siempre son así, invocan grandes causas. Viva la República, viva la dictadura militar -dijo a viva voz antes de argumentar que lo que en realidad hicieron fue romper el nexo entre la República y la democracia.

«Con razón, decía Maquiavelo (siglo XVI), que a los hombres no hay que juzgarlos por sus acciones. Pensemos en sus constantes violaciones a las constituciones y a los derechos humanos», dijo. Indicó que el militarismo es una ideología, no una fatalidad. «Hay civiles militaristas amantes de las soluciones de fuerza. Es una conveniencia contar lo bien preparada de las fuerzas militares civilistas listas para defender a la Patria cuando peligra la democracia».

Asimismo, fue anecdótico al comentar un hecho que marcó su vida, el cual está ligado a una experiencia en Madrid con el historiador Mario Briceño Yragorri, quien lo estimuló a resguardar la conciencia democrática de los militares. Seguidamente, afirmó, «…la valiente oposición democrática actual de Venezuela mantiene la misma posición de Yragorri. El proceso iniciado el 19 de abril de 1811 alcanzó su plenitud con la independencia proclamada un 5 de julio, 205 años después».

Más adelante puntualizó que dialogar en busca de acuerdos, sin dejar los principios, puede ser la salvación de la humanidad o de un país. Considera de gran importancia que pueda impedirse, mediante una negociación civilizada, un desenlace sangriento y depredador.

«Mantener la unidad es la premisa básica de cualquier cosa»-recalcó al tiempo de subrayar que el interés del país no puede sacrificarse por orgullo personal.

«La flexibilidad política es infinitamente mejor que la intransigencia. Quien dialoga en serio, no pretenderá aplastar a otro».

Periodista:Rayma Rondón
Fotografo:Wilmer Tovar