Una de las fantasías más recurrentes que tanto las mujeres como los hombres tienen, es tener sexo en el agua, de manera especial ciertos escenarios como en el mar, en la alberca, en un jacuzzi, y hasta en la tina o regadera.
Sin embargo, la arena no es el único inconveniente en el que debes pensar, debido a que conlleva ciertos riesgos que debes conocer.
1. Lubricación. Puede pensarse que el agua puede crear lubricación extra, sin embargo, esta barre la lubricación natural del cuerpo de las mujeres. Por ello, lo mejor es utilizar un lubricante de silicona (que no es soluble en agua) ya que permitirá que la penetración sea cómoda para ambos.
2. Sexo en la piscina. Si van a tener sexo en la alberca, debes tener cuidado con el cloro del agua. Lo aconsejable es que, para darle el mayor placer a tu pareja, practiquen sexo oral mientras él o ella se sientan al borde de la misma.
3. Sexo en la regadera. La ducha es una excelente opción para tener sexo de pie, ya que de este modo ambos disfrutan el placer de mojarse sin que haya posibilidad de que entre exceso de agua en la zona genital. Lo ideal es tener algún apoyo (de donde asirse) cuando el hombre penetre a la mujer por atrás, por ejemplo. Empleen un tapete antideslizante para evitar una caída a causa del suelo resbaladizo.
4. Sexo en el mar. El agua salada no es el mejor medio para la vagina de la mujer, además de que la arena suele provocan irritación o algunas heridas a la piel. Lo más recomendable, en realidad, sería tener relaciones en la playa, colocando una toalla o manta que les proteja de la arena. Otra opción es adentrarse en el mar, hasta que el agua cubra la cintura de ambos.
Fuente: UnaLechuza