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Alimentos que pueden ahogarte

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Alimentos que pueden ahogarte

Por su textura, tamaño, ingredientes y demás razones, son muchos los alimentos que terminan atragantando al comensal. Algunos afectan particularmente a niños, otros a adultos y existen también los que no distinguen edades. Pollo, pescado y frutos secos aparecen en el peligroso menú de aquello que no se digieren fácilmente.

 

Maní

 

Aunque es un clásico de las picadas y es el acompañamiento ideal para la cerveza bien fría, el maní no es un alimento infalible. Además de las alergias que conlleva para algunas personas, su textura suele ser ideal para episodios de atragantamiento. Si a esto se le suma ese delgado revestimiento que cubre cada fruto, el combo puede ser explosivo. Lo ideal sería no introducirse más de uno en la boca, quitarle esta capa que tiene a su alrededor, evitarlo en los niños pequeños y masticarlo con tranquilidad.

 

Perros calientes

 

 

Uno de los platos favoritos de los chicos y, por qué no, elegido también por los mayores. Los perros calientes, llamados “panchos” o «hot dogs» en otras partes del mundo, suelen causar muchas veces accidentes durante su ingesta, debido a su forma, tamaño y textura. Si bien son blandos y no parecen a simple vista ocasionar demasiados inconvenientes, aparecen entre los causantes de momentos de susto para padres e hijos, que pueden terminar, incluso, en las guardias hospitalarias. Panchos, perros calientes o simplemente pan y salchicha, requieren de cuidado al comer.

 

Semillas y frutos secos

 

Almendras, castañas, nueces, avellanas, pistachos, semillas de girasol, de calabaza y de sésamo son algunas de las más consumidas en todo el mundo. Algunas son más duras que otras y su tamaño no varía demasiado, pero puede mencionarse que causan indistintamente episodios de atragantamiento en grandes y chicos. Si bien son una positiva fuente nutritiva, una serie de recomendaciones aparece a la hora de consumirlas. Las más pequeñas, como las de sésamo, no deberían consumirse entre niños pequeños. El resto, con la debida atención, no deberían causar mayores problemas.

 

 

Pollo

 

Aunque es una de las carnes más tiernas y recomendadas para episodios de malestar digestivo, sus huesos son el terror de los comensales. Algunas veces se distinguen sin necesidad de mucha investigación, pero en otras pueden pasar peligrosamente desapercibidos. Muchos productos industriales a base de pollo, incluso suelen tener el “nocivo ingrediente” como una clara falla de manufactura. Hamburguesas y patitas de pollo figuran entre estos últimos. El atragantamiento con esto es uno de los más peligrosos de todos y puede llegar a ser letal. El mejor consejo es masticar pacientemente para evitar que uno de ellos pase en alguna distracción.

 

Pescado

 

Su caso es muy parecido al del pollo. Figura entre las carnes más sanas, nutritivas y menos calóricas. Lo aconsejan en la mayoría de las dietas de adelgazamiento e incluso en las digestivas, pero su componente peligroso son las espinas. Aunque muchas veces se pide sin ellas, tanto en restaurantes como en pescaderías, estos finos elementos, dañinos como una aguja, suelen estar en el plato casi sin excepción. Así, para los más pequeños puede nombrarse como uno de los alimentos menos recomendados. Los adultos tampoco deberían fiarse: dedicarle tiempo a todo el proceso de deglución puede hasta salvar vidas.

 

 

Caramelos y chicles

 

Otra vez los niños aparecen como el factor de riesgo para estas golosinas que ningún padre podrá evitar aunque pretenda para sus hijos la dieta más sana del mundo. Chicles y caramelos aparecerán en la cotidianidad de los chicos, sin manera de evitarlo. El constante movimiento de los pequeños, incluso al momento de comer, suele jugar en contra para estos tan comunes accidentes de atragantamiento. Los duros sean quizás más nocivos que los masticables. Con los chicles el problema radica en que, aunque sólo fueron creados para mascarlos, no son pocas las veces que llegan a tragarse. Y en este caso, varios adultos distraídos también fueron víctimas.

 

Carozos

 

Aunque pueda sonar estúpido, son protagonistas de atragantamientos en un mayor porcentaje al que el sentido común podría creer. Las aceitunas, que no siempre son descarozadas, aparecen en el primer puesto del ranking. Pero no son las únicas, frutas como los duraznos o las ciruelas también pueden resultar peligrosas, sobre todo para aquellas personas que suelen retener, a modo de juego, el carozo en su boca. Otro punto que puede brindar una explicación más lógica es el poco tiempo que se le dedica actualmente al momento de la alimentación. Las comidas, cada vez más, se realizan simultáneamente con otra actividad. Esto, claramente, no ayuda a ningún paso del proceso digestivo.

 

 

Carne roja

 

Puede resultar extraño o quizás incomprensible, pero la carne roja no escapa al atragantamiento y puede ocasionar tantos accidentes como los demás alimentos, aunque a simple vista parezca inofensiva. Los cortes más tiernos suelen ser protagonistas de menos episodios que los más duros, aunque tampoco su blandura es sinónimo de inocencia. A veces, la carne está tan tierna que las pequeñas fibras que quedan al cortarla puede ocasionar un mal paso para el proceso digestivo que, obviamente, comienza en la boca. Aquellos trozos que tienen huesos, en su mayoría, no generan males mayores, a excepción de los que desprendieron alguna astilla que puede llegar a ser peligrosa.

 

Pan con cereal

 

Más allá de lo que puede representar el pan en la mesa de cada familia, si es de cereal, hay que estar atentos a que también puede significar un episodio menos amoroso y atractivo. Los pequeños pedazos de cereal dentro de este alimento ocasionan muchas veces algún tipo de accidentes. Un mínimo trozo puede quedar atorado en la garganta y con ello ya es suficiente para que el comensal pase por un mal momento. Como con cada uno de los ingredientes nombrados, la solución más fácil y lógica es alimentarse con paciencia y, sobre todo, tener un vaso de agua al alcance de la mano.

 

 

Medicamentos en comprimidos

 

Lo que para algunos no significa nada y es un paso fácil, para otros puede resultar más que difícil. Si bien no se trata de un alimento, su ingesta se realiza del mismo modo y puede ocasionar los mismos efectos que la más peligrosa de las comidas. Los comprimidos o cápsulas se llevan muy mal con alguna gente. Tal es así que existen dispositivos para aplastarlos y dejarlos casi como polvo, a fin de evitar cualquier tipo de episodio no deseado.

 

 

Fuente: enespaña

 

 

 

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