Las sustancias químicas utilizadas en la actualidad para preservar algunos alimentos generan dolores de cabezas en personas propensas a jaquecas. El ritmo de vida acelerado, las exigencias profesionales y el estrés han dejado en un segundo plano la sana alimentación. La comida chatarra ha ganado terreno a la hogareña. Las personas no tienen tiempo para compartir la mesa en familia y optan por lo más práctico, comer de pie velozmente y no siempre a la misma hora. El resultado de estos hábitos: desgaste físico, mental y la ingesta de alimentos inductores de migraña.
El doctor Sigfrido Sánchez, internista neurólogo del Centro Médico Integra en Caracas, advierte que las personas que tienden a sufrir de migraña deben procurar evitar el comer fuera de horas y el consumo de ciertos alimentos como: quesos grasosos, embutidos, chocolates, enlatados, frituras, carne de cerdo y chucherías.
“La tiramina contenida en el cacao y en el vino tinto afecta la dilatación de los vasos sanguíneos y puede detonar episodios de migraña en las personas que son propensas a jaquecas”, explica al aseverar que el estrés y los cambios hormonales también actúan como desencadenantes del referido malestar.
Asimismo, señala que los ingredientes en algunos tipos de comida asiática están asociados a la producción de dolor de cabeza. “Aunque con el sushi que es japonesa no se han registrado casos, con la comida china y tailandesa sí”.
En cuanto al café, el doctor explica que esta bebida actúa como “víctima y victimario”, pues tanto el alto como el bajo consumo de cafeína se consideran causantes de migrañas. “Hay personas que toman exceso de café de lunes a viernes y los fines de semana presentan cefalea debido a la abstinencia de la infusión”, añade.
Ante los primeros indicios de una crisis de migraña, Sánchez recomienda no esperar que “le estalle la cabeza” para dejar de ingerir lo que le causa el padecimiento. “Si insiste en consumir esos alimentos o bebidas detonantes, aumentará la intensidad del malestar, podrá prolongarlo por más tiempo y contrarrestará la efectividad de los fármacos”.
En otro aspecto, el neurólogo sugiere -en cuanto al tratamiento del dolor en sí- el empleo de fármacos específicos para el tratamiento de la crisis dolorosa que utilizan combinaciones de componentes:
acetaminofén, dihidroergotamina y cafeína como Dol y Dol Plus, los cuales deben tomarse con el inicio del dolor, aun cuando este sea de leve intensidad, respetando siempre el intervalo de dosificación.
“Las personas con diabetes, ulceras gástricas o gastritis, hipertensión y otras enfermedades vasculares deben consultar con su médico antes de auto medicarse, con el fin de evitar las interacciones entre las medicinas o los efectos adversos de los analgésicos”, enfatiza el galeno
Fuente: I21
