El consumo de fibra saludable ayuda a adelgazar según un estudio realizado por la Universidad Estatal de Georgia (Atlanta, Estados Unidos). Los resultados de la investigación revelan que tomar fibra, además de prevenir la obesidad, también evitan la aparición del síndrome metabólico y los cambios adversos en el intestino.
Como dato curioso, la fibra dietética hace referencia a una serie de sustancias que se encuentran en los alimentos de origen vegetal, como la celulosa, pectinas y otros polisacáridos. Su característica distintiva es que no son digeridas en el intestino delgado, por lo que llegan al intestino grueso sin modificar.
Hay dos tipos de fibra en los alimentos. El primero, es fibra soluble que se encuentra presente en los cereales, las leguminosas, y en algunas frutas, hortalizas y frutos secos. Es la que se fermenta por las bacterias del colon, produciendo ácidos grasos de cadena corta beneficiosos para la salud. El segundo tipo, es la fibra insoluble la cual tiene como función incrementar el tamaño de las heces y acelerar el tránsito intestinal, lo que previene dolencias como el estreñimiento y reduce el riesgo de sufrir cáncer de colon.
Cabe destacar que la fibra soluble previene el síndrome metabólico el cual se trata de un grupo de condiciones que hacen que una persona tenga riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca o diabetes tipo 2. Estas condiciones incluyen hipertensión, niveles altos de glucosa en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura o niveles anormales de colesterol y triglicéridos.
GV