El personal médico y administrativo del Hospital Clínico Universitario (HCU) aún se pregunta quién guió dentro de las instalaciones a los homicidas que ingresaron al centro asistencial para asesinar a los hermanos Balza el pasado domingo a las 8 am.
“Uno de los cuatro victimarios conocía la estructura del hospital. Incluso los residentes cuando llegan nuevos se pierden en el laberinto del centro de salud. Además, recientemente fueron instaladas puertas de seguridad que solo abren con un sistema de contacto ubicado al lado de los accesos. Estos sujetos además deben haber llamado a alguien que estaba de guardia en el Clínico, y que les confirmó no solo que uno de los Balza había ingresado allí, sino además que sería operado en el piso 6”, dijo una enfermera que no quiso identificarse.
Para los afectados por la inseguridad en el centro de salud, quien guió a los homicidas es un trabajador o un ex empleado. Sospechan que por eso a uno de ellos se le visualizó un carnet del centro.
Otra situación irregular que pide sea investigada por los organismos de seguridad es la presencia -desde hace varios meses- de personas en el área del sótano del HCU. “Incluso hay rumores de que están armados”, dijo un empleado.
“Este grupo llegó con apoyo del director de seguridad del hospital. Eso fue criticado y generó conflicto en su momento. Incluso sabemos que varias de estas personas tienen carnet, pero no prestan ningún servicio en el centro de salud. Ignoramos qué hay detrás de esta situación irregular y por qué portan pistolas”, dijo un médico que por miedo a represalias no suministró su nombre.
Otra irregularidad en las adyacencias del Clínico Universitario, denunciada por los empleados, es que los trabajadores de la línea de mototaxis que funciona al frente del centro de salud, está conformada en su mayoría por empleados del hospital o por familiares de éstos.
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Doris Barrios