El periodista venezolano Alfredo Meza, coautor del libro sobre los hechos de abril de 2002 “El acertijo de abril”, explicó que los venezolanos tienen el derecho y la obligación de apoyar las investigaciones acerca del 11 de abril para conocer qué ocurrió realmente.
“Como venezolanos todos debemos prestar nuestro apoyo para que el 11 d abril deje de ser una efeméride y se convierta en una fecha de la cual podamos encaminar un país mejor”, explicó en el foto “Otra mirada a los hechos de abril” auspiciado por el Centro de Estudios Latinoamericanos Arturo Uslar Pietri.
Meza indicó que los principales candidatos para las elecciones presidenciales a celebrarse el próximo domingo no han manifestado “ninguna intención” de nombrar una comisión a la verdad para que investigue quiénes son los verdaderos responsables de la ruptura del hilo constitución en Venezuela. “El 11 de abril se han convertido en una efeméride y por ninguna parte vemos ninguna intención” para investigar”, afirmó.
Sin embargo, para el periodista ya se fraguaba un golpe de estado cuando la marcha multitudinaria que salió desde el parque del este, con destino a la antigua sede de Petróleos de Venezuela en la urbanización Chuao, fue desviada hacia el Palacio de Miraflores para exigir la renuncia del entonces presidente Hugo Chávez.
“El 11 de abril era inevitable (…) Ese día y esa marcha era parte de un plan para el golpe de estado”, dijo y resaltó que cables enviados por la Embajada de Estados Unidos en Venezuela desde Caracas a Washington señalaban el 6 de abril, “5 días antes del golpe, dice que los militares venezolanos estaban descontentos”.
Manifestó que se fraguaba “un golpe de estado” con “una agenda para provocar una definición y la caída de presidente Chávez, recordemos que un día antes se había convocado una huelga indefinida, una huelga indefinida indicaba la caída del gobierno del presidente Chávez”.
Meza explicó que sus investigaciones, junto a la periodista Sandra La Fuente, evidencian que la decisión de guiar la marcha hacia el Palacio de Miraflores fue dejada en las manos de Pedro Carmona Estanga, entonces presidente de Fedecámaras, y Carlos Ortega, presidente de la Conferencia de Trabajadores de Venezuela (CTV). “Quien cumple o quien decide que esa marcha va a Miraflores es Carlos Ortega cuando dice: ‘Este río humano va a Miraflores a pedirte la renuncia’ (…) La gente también quería ir hacia el centro de Caracas”, relató.
Fuente: Globovisión