Alex Rodríguez está contra las cuerdas por caso de dopaje

Alex Rodríguez está contra las cuerdas por caso de dopaje

Esta semana puede ser la que marque su regreso al diamante o su defenestración definitiva como mito: Nueva York y el mundo del beisbol aguardan en vilo el desenlace del presente y futuro de Alex Rodríguez, el jugador mejor pagado de las Grandes Ligas.

 

El que fuera elegido tres veces MVP, que el sábado cumplió 38 años, podría regresar con los Yanquis de Nueva York esta semana una vez superada su lesión de cadera. Pero también podría no hacerlo nunca más.

 

The New York Post aseguró que la esperada sanción contra el bateador por su implicación en el escándalo de doping de la clínica Biogenesis llegará esta semana y que será suspendido por lo que resta de temporada y la siguiente. De ser así, sería seguramente su final, reseñó DPA.

 

«Es incluso concebible que se le pida una sanción de por vida», afirma The New York Post, que igualmente argumenta que sería difícil de justificar por parte de las Grandes Ligas (MLB) un castigo tan duro siendo al fin y al cabo una primera sanción por doping, que conlleva una suspensión de 50 partidos, según el reglamento.

 

Biogenesis ya se cobró esta semana su primera víctima: Ryan Braun. El pelotero, MVP en 2011, aceptó una suspensión de 65 partidos, pero Rodríguez, que ya confesó haberse dopado durante la era de los esteroides, parece lejos de llegar a un acuerdo con las Grandes Ligas (MLB), por lo que difícilmente habrá clemencia.

 

La semana pasada iba a ser la de su regreso tras ser operado de la cadera en enero. Pero los Yankees le diagnosticaron un problema en el muslo que retrasa su reaparición y que él, que se ve ya preparado para jugar, ha puesto en duda.

 

En el trasfondo podría estar que los Yankees no lo quieren ver más en el diamante, a la espera de una sanción por doping que justificara evitar pagarle los 97 millones de dólares que deben abonarle aún por su contrato hasta 2017.

 

Los Yankees ya no quieren a la que fue gran estrella del beisbol estadounidense, al que en 2007 firmaron un contrato de diez años por la cifra récord de 275 millones de dólares. The New York Times calificó el acuerdo como «la estafa más lucrativa de la historia del beisbol».

 

El tercera base fue una estrella y ahora es un problema, un ídolo caído desde hace tiempo, desde que tras años de negaciones admitió en 2009 el uso de esteroides de 2001 a 2003, cuando jugaba con Texas Rangers y antes de que se castigara el uso de sustancias prohibidas.

 

‘A-Rod’ forma parte de la negra «era de los esteroides» de la MLB, que se ha tomado muy en serio la lucha contra el doping y que a partir de la presente temporada introdujo tests para detectar la hormona de crecimiento.

 

Dentro de esa estrategia agresiva se entiende que la MLB haya pagado dinero por los documentos de Biogenesis, en los que aparecen los nombres de varios peloteros, y que haya contado con la ayuda del dueño de la clínica que suministraba sustancias dopantes, Tony Bosch.

 

Rodríguez no ha colaborado con las Grandes Ligas, dispuestas ahora a que su caso sea un ejemplo. Y los Yanquis, el equipo más exitoso de la historia del beisbol estadounidense, podrían ser los beneficiados.

 

La relación entre Rodríguez y los Yanquis ha estado marcada por las sospechas y mentiras. Los Yanquis firmaron en 2007 un contrato tan largo porque creían que el jugador estaba limpio y que batiría el récord de jonrones de Barry Bonds. Sólo 14 meses después de rubricar el acuerdo, confesó el uso de esteroides.

 

Tras su primera operación de cadera en 2009 negó haber visto al doctor Anthony Galea, condenado más tarde por distribuir hormona de crecimiento a deportistas profesionales.

 

A todo ello hay que sumar que ‘A-Rod’, tres veces elegido jugador más valioso (MVP), pasó a ser intrascendente en el diamante. No ha jugado más de 140 partidos desde 2007, bateó menos de 20 cuadrangulares en las dos últimas temporadas y suma un total de 647, el que más entre los jugadores de ascendencia hispana.

 

Sin embargo, los 116 que le separan del récord de Bonds parecen hoy demasiados, sobre todo cuando esta semana podría marcar su final como jugador.

 

Fuente: El Universal

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