Hace un año, Alejandro Sanz y Raquel Perera anunciaron el fin de su matrimonio.
En estos meses, parecía que todo se había arreglado de mutuo acuerdo y que cada uno continuaba con su vida. Sin embargo, se ha hecho público ahora que la expareja se ha “declarado la guerra” con su divorcio, es un complicado proceso judicial que Raquel Perera afronta dispuesta a luchar por lo que considera justo.
Fuentes muy cercanas a la psicóloga y empresaria cuentan que Raquel lleva muchos meses convencida de que llegarían a un acuerdo, pues durante los encuentros con el artista hubo siempre armonía, incluso en el último viaje de este a Miami -fue en marzo antes de que se declarara el estado de alarma-. Pero Alejandro Sanz presentó, el 15 de abril, la demanda de divorcio sin previo aviso y sin volver a hablar del acuerdo que habían cerrado de palabra. La empresaria se encontró por sorpresa con la demanda que puso su exmarido, en Pozuelo (Madrid), tras haberse despedido en Miami con un abrazo y un acuerdo verbal.
Raquel Perera explica la razón de sus supuestas lágrimas por Alejandro Sanz
El contenido de la demanda, afectó muchísimo a Raquel, que supo entonces por este documento que su exmarido había tomado la decisión de que no le corresponde nada. En respuesta, ella presentó la demanda de divorcio en Miami en la que, según ABC, pide 40.000 euros de pensión, la cobertura de los gastos de sus hijos Alma y Dylan y la repartición equitativa de los bienes que adquirieron en su matrimonio.
Fuente: Revista Hola
Por: María Laura Espinoza
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