El actor estadounidense Alec Baldwin se declaró este jueves no culpable ante el cargo de homicidio involuntario por el disparo en el set de rodaje de la película Rust que mató a su directora de fotografía.
Baldwin sostenía un revólver Colt .45 durante los ensayos de la producción en octubre de 2021, cuando fue accionado e hirió fatalmente a la directora de fotografía, Halyna Hutchins.
Su primera audiencia ante la justicia estaba prevista para este viernes, pero Baldwin, de 64 años de edad, consignó la víspera un recurso legal para evitarlo, presentando en cambio por escrito su declaración de inocencia.
Testimonio
La estrella de Hollywood también llegó a un acuerdo con la justicia sobre las condiciones para retomar el rodaje de la película de vaqueros que protagoniza y coproduce, y que había sido paralizado por la tragedia en la cual resultó herido el director Joel Souza.
El documento, firmado por Baldwin y la juez Mary Marlowe Sommer establece que el actor no podrá consumir alcohol ni tener armas de fuego o artefactos que puedan expelir un proyectil.
También le impide tratar el caso con potenciales testigos y limitar estos contactos a la esfera profesional.
El rodaje de Rust, que se filmaba en un rancho de Nuevo México cuando ocurrió la tragedia, será retomado este año.
Baldwin fue acusado en enero de homicidio involuntario, al igual que la encargada de las armas de la película, Hannah Gutierrez-Reed.
Si son declarados culpables, ambos enfrentan hasta 18 meses de cárcel y una multa de 5.000 dólares.
Un agravante por uso de armas que podría elevar la pena de cárcel hasta cinco años fue desconsiderado esta semana.
El actor de Blue Jasmine asegura que no apretó el gatillo el día del incidente y que el asistente de la dirección, Dave Halls, le dijo que el arma estaba «fría» cuando se la entregó. La jerga es utilizada en el mundo del entretenimiento como sinónimo de descargada.
Halls fue acusado por uso negligente de un arma mortal.
Investigación
Una larga investigación analizó cómo el arma, y otras cinco, llegaron al set, centrando la atención en la encargada de armas y el proveedor de municiones.
Los investigadores descubrieron que Gutierrez-Reed había colocado la bala mortal en la pistola de Baldwin, en lugar de utilizar una bala falsa de aspecto similar.
Los detectives hablaron de una actitud poco estricta en materia de seguridad durante el rodaje, mientras que los miembros del equipo afirmaron posteriormente que se tomaron precauciones.
Cuando anunció los cargos en enero, la fiscal del primer distrito judicial de Nuevo México, Mary Carmack-Altwies, dijo que en el estado «nadie está por encima de la ley, y habrá justicia».
De acuerdo con Carmack-Altwies había evidencias suficientes para sustentar las acusaciones.
Durante un entrenamiento con armas, Baldwin parecía «distraído y hablando por teléfono con su familia», reveló un documento difundido entonces por la fiscal. Se quedó solo 30 minutos cuando la sesión debía durar «al menos una hora o más», según el relato de la encargada de las armas de la película.
Sin embargo, para el abogado de Baldwin, Luke Nikas, la acusación es un «terrible error judicial».
La defensa de Gutierrez-Reed opina que los fiscales «entendieron mal los hechos» y llegaron a «conclusiones equivocadas».
Los padres y la hermana de Hutchins presentaron una demanda civil contra Baldwin y los otros productores de Rust, que ya habían alcanzado un arreglo financiero con el viudo de la víctima, Matthew.
El Nacional