Manila (EFE).- Las autoridades de Filipinas elevaron este miércoles a al menos 60 los muertos causados por el terremoto de magnitud 6,9 que golpeó la pasada noche el centro del país, dejando además decenas de heridos y daños materiales.
«Hemos recibido reportes de que hasta 60 personas han fallecido a causa del terremoto», dijo en una rueda de prensa el secretario adjunto de la Oficina de Defensa Civil (OCD), Bernardo Rafaelito Alejandro.
Buena parte de las víctimas se han registrado en la ciudad de Bogo, en el norte de la región central de Cebú y una de las más cercanas del epicentro.
El terremoto de magnitud 6,9 tuvo lugar a las 21:59 hora local (13:59 GMT) del martes a una profundidad de diez kilómetros cerca de esa localidad, según la agencia sismológica de Filipinas (Phivolcs), desatando además una alerta sobre un posible tsunami que fue retirada horas después.
Personas a las afueras de los edificios tras el terremoto, en un barrio de la ciudad de Iloílo (Filipinas). EFE/EPA/ Arnold Almacen
Declarado el estado de calamidad
Además de causar víctimas mortales y heridos, el sismo provocó importantes daños en varias infraestructuras en la provincia de Cebú, según la gobernadora provincial, Pam Baricuatro.
«El fuerte terremoto que sacudió Cebú anoche ha supuesto un gran desafío para nuestra provincia», afirmó en un comunicado el vicegobernador de la región, Glenn Soco, al declarar el estado de calamidad.
Según las autoridades, se trata de un medida necesaria para «movilizar recursos, brindar asistencia inmediata a las familias afectadas y aplicar medidas de rehabilitación».
El centro de Filipinas fue golpeado duramente por el tifón Bualoi el pasado fin de semana, dejando 14 muertos y obligando a evacuar a más de 350.000 personas
Fotografía de un oficial de policía filipino hablando por radio tras el terremoto, en la ciudad de Iloílo (Filipinas). EFE/EPA/ Arnold Almacen
Movilizado el Ejército y la Guardia Costera
El Gobierno de Filipinas movilizó este miércoles a efectivos militares y equipos de guardacostas para el reparto de asistencia humanitaria a los damnificados por el terremoto.
Varios helicópteros y un avión C-130 de las Fuerzas Aéreas transportaron más de 300 sacos de arroz y 100 cajas de fideos, entre otros productos de primera necesidad, hasta las zonas más devastadas por el temblor, especialmente la isla de Cebú.
Médicos militares y grupos de ingenieros también viajaron hasta el lugar para cooperar en las tareas de asistencia sanitaria y la reparación de infraestructuras dañadas por el sismo, según ha informado el Ejército en varios comunicados.
«El Ejército filipino vigila la situación en Cebú y desplegará tropas según sea necesario para ayudar en las operaciones de búsqueda, rescate y socorro», asegura el cuerpo castrense en uno de esos comunicados.
Gran actividad sísmica
Al movimiento telúrico inicial le han seguido casi 800 réplicas, la gran mayoría con magnitudes de entre 1,8 y 4,8, según Phivolcs, que ha advertido de que los temblores de baja potencia cerca del epicentro podrían continuar durante las próximas semanas.
Filipinas se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.
El pasado enero, dos sismos de magnitud 6,1 y 5,8 golpearon el sur y el centro del archipiélago causando daños en carreteras, viviendas y parte de una escuela.