Los investigadores «aislaron 78 ADN distintos» en el lugar donde se estrelló el martes el avión de Germanwings, en los Alpes franceses, los cuales se compararán con los de familiares de los 150 muertos para identificarlos, indicó el domingo la fiscalía de Marsella.
Por otra parte, se está construyendo un camino de acceso al lugar donde cayó el avión, el cual será accesible para vehículos todoterreno y permitirá evacuar piezas de la carlinga difíciles de transportar con helicópteros, precisó.
Hasta ahora, los investigadores han acudido a la zona cada día en helicóptero desde el aeródromo de Seyne-les-Alpes, a diez kilómetros del lugar en que cayó el avión, lo que ocasiona unos sesenta viajes diarios.
Desde que ocurriera la catástrofe el martes, los investigadores trabajan para recoger todos los elementos posibles que permitan identificar los cuerpos pero, habida cuenta del estado de los restos y del terreno, muy accidentado, la tarea es muy difícil. Los restos humanos se han transportado hasta la fecha también en helicóptero hasta Seyne-les-Alpes.
La policía nacional instaló allí un laboratorio, en un lugar secreto, donde trabajan «unos cincuenta médicos forenses, dentistas forenses, la policía nacional que trabaja en la identificación, técnicos de investigación locales» que se movilizan «para poder devolver los cuerpos de las víctimas a sus familiares lo más pronto posible», indicó el viernes a AFP Patrick Touron, director adjunto del instituto de investigación criminal de la gendarmería nacional.
«A causa de la degradación de los cuerpos», cualquier elemento puede resultar útil: huellas digitales, joyas y elementos de identidad encontrados en el lugar, piezas dentarias, explicó.
«Hay que tener en cuenta que en las catástrofes, tradicionalmente, el 90% de las identificaciones se hacen a través de las piezas dentales», pero, por sobre todo, en el caso preciso del siniestro del A320 de Germanwings, del ADN.
Fuente: Agencia