La Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó este martes a la baja sus previsiones sobre la demanda global de petróleo este año a causa de las nuevas restricciones a los movimientos en algunos países para hacer frente al repunte de la epidemia de covid.
Si bien el consumo en 2021 subirá en 5,5 millones de barriles diarios hasta 96,6 millones, tras el histórico bajón de 8,8 millones en 2020 por la crisis debido a las expectativas de recuperación económica, es una cifra inferior en 300.000 barriles diarios para el conjunto del año a las que la propia organización había avanzado en diciembre, explica la AIE en su informe mensual sobre el mercado petrolero.
La razón es las limitaciones a los desplazamientos por la nueva ola de contagios que sufren muchos países, precisa.
La corrección a la baja de las previsiones se concentra, sobre todo, en los dos primeros trimestres: 600.000 barriles diarios menos de lo estimado el mes pasado en el primero; 300.000 en el segundo; 100.000 en el tercero, y 200.000 en el cuarto.
«La demanda de petróleo tardará más tiempo en recuperarse plenamente debido a que los nuevos confinamientos en un cierto número de países pesan en las ventas de carburante», señalan los autores del informe.
Solo hay que ver que ya en noviembre pasado se ralentizó «considerablemente» el ritmo de aumento del consumo de crudo en el mundo, y que en diciembre, incluso, disminuyó por el incremento de los casos de covid.
En total, en el cuarto trimestre de 2020 ese consumo fue de 1,5 millones de barriles más que en el tercero, pero se mantuvo 6,4 millones por debajo de los niveles de los últimos tres meses de 2019, antes de surgir la pandemia.
– Reservas van a seguir bajando pero desde un nivel muy alto –
Por el lado de la oferta, la AIE estima que la decisión hace unos días de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de sus socios para reducir todavía más sus bombeos, anticipándose al impacto del repunte epidémico, contribuirá a reducir las reservas acumuladas, que continúan siendo muy superiores a las habituales antes de la crisis.
Si los miembros de la OPEP y sus socios cumplen al 100 % esa decisión, esas reservas globales podrían reducirse en 100 millones de barriles en el primer trimestre, lo que equivale a 1,1 millones de barriles diarios.
Los datos del pasado noviembre muestran que las existencias acumuladas en los países de la OCDE disminuyeron por cuarto mes consecutivo y cubrían 71,4 días de consumo, es decir 1,1 días menos que al terminar octubre. Ese colchón supone, en cualquier caso, 9,4 días más respecto a la media de los últimos cinco años.
Para la agencia, el incremento de la demanda este año permitirá que la oferta también empiece a progresar, y de hecho espera un ascenso de los bombeos de 1,2 millones de barriles diarios.
Eso es lo que puede explicar la subida del precio del barril, que en el caso del Brent llegó a situarse el pasado día 12 en 57 dólares, algo que no ocurría desde febrero de 2020, en los prolegómenos de la crisis.
El alza de la oferta, aunque muy inferior al del consumo, debería beneficiar este año al cártel en torno a la OPEP, que podrá ganar cuota de mercado frente a otros productores a los que ha cedido desde su creación en 2016.
Fuente: Banca y Negocios
Por: Maria Laura Espinoza
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