La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte de una posible escasez de gas en los próximos meses en Europa por el embargo a Rusia, por lo que este miércoles ha recomendado reducir el consumo y mejorar la eficiencia a medio plazo para responder a las crisis energética y climática.
«Estoy especialmente preocupado por los mercados de gas natural en Europa este invierno. Si el invierno es duro y largo, podremos ver momentos difíciles», afirmó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, en la conferencia anual sobre eficiencia energética de esta organización, celebrada en Søndeborg (sur de Dinamarca).
Como medida de aplicación inmediata sugirió reducir en dos grados la temperatura de los hogares europeos, lo que supondría un ahorro equivalente a todo el gas que llega al continente a través del gaseoducto ruso Nord Stream.
La preocupación de la AIE se extiende también al mercado petrolero, sobre todo en verano, por la habitual subida de la demanda de combustibles, por lo que propuso que las economías avanzadas reduzcan en 10 km/h los límites de velocidad.
Esa medida permitiría ahorrar medio millón de barriles al día, la misma cantidad en la que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se ha comprometido a aumentar su producción.
«Consumir menos energía aumentaría nuestra seguridad energética», resumió en su intervención la comisaria europea de Energía, Kadri Simson.
Simson incidió en la necesidad de afrontar los riesgos «inmediatos» provocados por las sanciones impuestas a Rusia por la Unión Europea (UE), pero resaltó que a medio plazo es necesario reducir las importaciones de combustibles fósiles, apostar por las renovables e impulsar la eficiencia energética.
La Comisión Europea presentó recientemente el plan «Repower EU», que busca elevar el objetivo de energías renovables para 2030 del 40 % al 45 % y aspira también a que la eficiencia energética alcance el 13 %.
Un análisis divulgado hoy por la AIE revela que una mejora de la eficiencia energética podría permitir un ahorro en el consumo global en 2030 equivalente a la demanda anual de China.
Duplicar la mejora anual de la intensidad energética -el consumo de energía respecto al Producto interior bruto (PIB)-, del 2 al 4 %, ahorraría 95 exajulios (EJ) a finales de esta década en comparación con el ritmo actual.
Ese ahorro reduciría a su vez las emisiones globales de CO2 en 5.000 toneladas anuales en 2030, lo que supone alrededor de un tercio de los esfuerzos requeridos para llegar a las cero emisiones a mitad de siglo.
La mejora en la eficiencia permitiría además un ahorro en el gasto global en energía a final de la década: así, los hogares podrían ahorrarse 650.000 millones de dólares (607.000 millones de euros) al año en facturas de electricidad.
La cantidad de gas natural que el mundo ahorraría equivaldría a cuatro veces lo que la Unión Europea (UE) importó de Rusia en 2021, mientras que la reducción en el consumo de petróleo rondaría los 30 millones de barriles de petróleo diarios, el triple de la producción media rusa el año pasado.
Un progreso en la eficiencia energética ayudaría también a crear diez millones de puestos de trabajo adicionales en campos como el acondicionamiento de edificios, la producción industrial y la infraestructura de transportes, según el estudio de la AIE.
Birol resaltó hoy que ese ahorro se podría lograr con tecnologías ya existentes y que lo que hace falta son políticas, regulaciones e inversiones adecuadas.
«Estamos en medio de la primera crisis energética global. La que tuvimos en la década de 1970 se limitó casi exclusivamente al petróleo, ahora es también de gas, carbón…», dijo Birol, que confía en que sea un «punto de inflexión» en la política energética e impulse un cambio y medidas más ambiciosas.
En la conferencia, que reúne a representantes gubernamentales y empresariales de unos 60 países, intervino también de forma telemática el ministro de Energía ucraniano, German Galushchenko.
Galushchenko aseguró que la guerra con Rusia está teniendo un impacto «devastador» en la economía de su país, con pérdidas de más de 2.000 millones de euros en el sector energético.
Unas 700.000 personas en Ucrania no tienen electricidad en sus casas y más de 100.000 carecen de suministro de gas debido al conflicto bélico.
«El embargo al gas y al petróleo rusos son esenciales», defendió Galushchenko.
2001