Una niña de 12 años de edad fue golpeada y luego ahogada, por uno o varios criminales, que hasta el momento no han sido identificados por las autoridades policiales, crimen repudiado por todos los habitantes del municipio Torbes del Estado Táchira, donde ocurrió el suceso, quienes exigen justicia.
Luego de permanecer unas 21 horas desaparecida, la liceísta Ana Josmary Caballero Mora, cursante de segundo año de bachillerato en la Unidad Educativa Juan Vicente Gómez, y residenciada junto a su madre, padrastro y dos hermanas, en la vereda 3 del sector Los Próceres, fue localizada sin vida a finales de la tarde del lunes.
El hallazgo lo hicieron vecinos de la niña y de su familia, que desde el mismo domingo en la noche, cuando desapareció, comenzaron a buscarla y al ver transcurrir las horas sin obtener ninguna pista suya, optaron por rastrear la zona boscosa adyacente a su casa.
Tal vez a unos 200 metros o menos de su residencia, finalmente localizaron su cuerpo el lunes, a las 5:30 de la tarde.
El cadáver estaba desnudo. Le apreciaron hematomas, signos de haber sido arrastrada y posibles marcas de ataduras en las muñecas; yacía boca arriba, a unos cinco metros de distancia de un caño en el que desembocan aguas negras.
Alrededor del cuerpo, en un sitio que además han utilizado como botadero de basura, colectaron la ropa que ese día vestía y otras evidencias de interés criminalístico que servirán para identificar al o a los responsables.
En pocos minutos el área fue tomada por funcionarios de la Policía Municipal de Torbes, al mando del comisionado Richard Osorio. También llegaron efectivos de la Policía Nacional Bolivariana, PNB; Policía del estado Táchira, Politáchira; Guardia Nacional, y de Protección Civil de ese municipio, que a cargo de Paul Moncada se ocuparon de confirmar que se hallaba sin signos vitales.
Más tarde procedieron a extraer el cadáver de la zona boscosa hasta la vía principal, quedando el procedimiento a disposición de la policía científica, cuyos investigadores se encargaron de las experticias necesarias en el sitio del horrendo crimen.
Hacia las 8:00 de la noche trasladaron el cuerpo a la morgue del Hospital Central de San Cristóbal.
Averiguaciones
Los médicos forenses que se encargaron de practicar la autopsia de la niña establecieron que murió por inmersión, posiblemente la ahogaron en el caño cercano al lugar donde hallaron el cuerpo.
También le practicaron algunas pruebas toxicológicas que determinarán si la víctima fue de alguna manera sometida a una droga o fármaco; a la vez que un profesional de la ginecología forense descartó que fuera abusada sexualmente, como se presumía, todos estos exámenes fueron hechos en presencia de fiscales del Ministerio Público.
A la par que esto ocurría en la morgue del Hospital Central, en la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Cicpc, llamaron a declarar a todas las personas que tuvieron que ver con la niña antes de su desaparición, su entorno familiar y amistoso.
Aunque sobre los minutos previos a la desaparición de la niña hubo varios rumores, como que iba a hacer un mandado en una bodega cercana y que desde allí se extravió; otros dijeron que luego de regresar de la bodega fue cuando desapareció; la madre de Ana Josmary contó a los periodistas lo que realmente pasó.
Dijo que la niña desapareció el domingo, a las 8:40 de la noche, cuando le pidió que fuera a casa de una vecina que se encontraba con ella, a buscar algo que necesitaba, pero no precisó de qué se trataba. Se presume que en el trayecto fue que la interceptaron y se la llevaron.
Con respecto al hecho, el coronel Ramón Cabeza, director de Seguridad Ciudadana, dijo que las investigaciones apenas están comenzando.
“Las personas responsables de la niña deberán explicar qué pasó, el por qué la dejaron ir sola a casa de la vecina, o a la bodega, o adonde haya sido. Todos serán llamados a declarar, la mamá, la vecina, el padrastro, todos, hasta saber quién le quitó la vida”, expresó.
Miriam Bustos
La Nación