«Hasta que no tenga la boleta en mis manos, no lo creo». María Lourdes Afiuni, no paraba de caminar, ansiosa, luego de la llamada de sus abogados que le gritaron, «¡Eres libre!».
A la 5:49 de la tarde llegó la boleta de excarcelación que recibió la jueza de manos del mayor del Destacamento 52 de la Guardia Nacional, quien se encargó de la custodia por los dos años y cuatro meses de arresto domiciliario que estuvo Afiuni. «Le hago entrega del documento que certifica que usted está en libertad condicional», dijo en voz alta el funcionario.
Un grito ensordecedor de familiares y amigos «¡Libertad!» selló el momento de la firma del documento, mientras la madre de la magistrada, Elina Mora de Afiuni y su hija Geraldine Afiuni lloraban inconsolables.
Su hermano Nelson Afiuni; sus abogados, Thelma Fernández y José Amalio Graterol, acompañaron a María Lourdes Afiuni a la puerta del edificio. Al bajar las escaleras, levantó sus brazos y dijo «¡Estoy libre!».
El exdirector de Protección Civil y ex preso político, general Antonio Rivero, le dio la bienvenida, «a la libertad, a la calle», con un fuerte abrazo», mientras sus vecinos gritaban «¡Viva Venezuela!», «¡Viva la Libertad!».
Miedo a las redes sociales
Los abogados Graterol y Fernández llegaron a las 2:30 de la tarde a reunirse con la titular del Tribunal 17 de Juicio, Marilda Ríos, para solicitarle ordenara un traslado a la jueza Afiuni para un centro de salud, pues presenta una cistitis severa. «Nos quedamos sorprendidos cuando la juez nos comunicó que no hacía falta esa orden y nos entregó la notificación de libertad condicional», dijo Fernández.
Los alcances de la medida otorgada por el Tribunal 17 de Juicio: «presentación cada 15 días, prohibición de salida del país, prohibición de hablar a los medios nacionales e internacionales y de escribir en las redes sociales, Twitter y Facebook», sorprendió a la Defensa.
A juicio de Graterol, la prohibición de escribir en Twitter demuestra «el miedo» que le tienen los funcionarios del Poder Judicial, «al símbolo de la justicia, María Lourdes Afiuni, quien con sus comentarios en las redes sociales ha destapado la olla podrida en la que se ha convertido el TSJ».
La cuenta @mariafiuni tiene 252.216 seguidores y a partir de este viernes será manejada por su hermano Nelson Afiuni, quien aseguró «me convertiré en su voz en las redes sociales».
Precisó Fernández que el juicio debe continuar porque aún quedan 20 testigos de los 43 promovidos por el Ministerio Público. «Esperamos que la juez Ríos no retarde más el juicio y que tome la decisión que corresponde, la absolutoria».
A las 6:30 de la tarde la jueza se trasladó con su familia a la Iglesia San Gabriel en la Tahona. Al llegar, la recibió el padre Gerardo Tardiff, quien la tomó de la mano y la llevó junto al Santísimo Sacramento, donde Afiuni se arrodilló, levantó sus brazos y expresó: «¡Gracias Dios por mi libertad!». /JM
Fuente: El Universal