El Gobierno de Nicolás Maduro y especialistas de La Universidad del Zulia (LUZ) acordaron un plan de “medidas urgentes” para enfrentar el exceso de una microalga en el Lago de Maracaibo, el más grande de Venezuela y uno de los más antiguos del planeta.
El viernes pasado se realizó una reunión “interinstitucional” en las instalaciones del Centro de Investigación del Agua de la Facultad de Ingeniería de esa universidad, según un comunicado difundido este domingo y firmado por el Ministerio de Ecosocialismo, otras entidades del poder ejecutivo, y facultades y departamentos de ese centro educativo.
El encuentro se produjo después de varias quejas ciudadanas y reportajes de medios nacionales e internacionales sobre el estado de las aguas del Lago de Maracaibo por la presencia del “verdín”, como se llama a una bacteria que se manifiesta en forma de microalga tóxica y fétida en la superficie, reporta VOA.
Causas multifactoriales
En la reunión participaron Josué Lorca, ministro de Ecosocialismo, Armando Portillo, presidente del Instituto para la Conservación del Lago de Maracaibo (Iclam), y Franklin Leal, director del Observatorio para la Crisis Climática.
Por parte de la Universidad del Zulia, estuvieron presentes Doris Salas, decana de la facultad de Humanidades y Educación, en representación de la rectora Judith Aular, Mario Herrera, decano de Ingeniería, y Suher Yabroudi, del Centro de Investigación del Agua.
El comunicado de representantes gubernamentales y expertos de la academia venezolana, al que accedió la Voz de América, alerta que la situación ambiental y “cíclica” del Lago de Maracaibo, que tiene 13.000 kilómetros cuadrados de superficie, se debe a “factores múltiples” y genera “alarma” en la población.
Indica que los brotes de algas verde azules, llamadas “limo” o “verdín”, se deben a las “altas concentraciones de nutrientes”, como fósforo y nitrógeno, que provienen de los ríos que desembocan en el lago.
Otro factor es el vertido de aguas residuales, enfatiza.
Otras razones son “la deposición atmosférica seca y húmeda, la liberación del nitrógeno amoniacal acumulado en el fondo del propio saco del lago y los efectos del cambio climático en todas las variables meteorológicas”, detalla.
Con un lenguaje muy técnico, explicaron que el aumento de los caudales de los ríos del sur del Lago de Maracaibo debido a lluvias “elevadas y atípicas” —atribuidas al “cambio climático”— crea “una fuerza impulsora” que acelera las corrientes del estuario y “rompe la estabilidad” de su fondo.
Esto ocasiona la liberación de “grandes cantidades de nitrógeno amoniacal” hacia la superficie hasta propiciar “el crecimiento masivo” de las algas, dicen.
“Medidas urgentes”
Los representantes del gobierno y la academia acordaron “ejecutar el plan de medidas urgentes para el manejo integral de la cuenca del Lago de Maracaibo” para reforzar su “capacidad de autorregulación”.
El primer paso es la formación de una comisión permanente del ministerio, Iclam y el Centro de Investigación del Agua de la Facultad de Ingeniería de LUZ.
Esa comisión impulsará la realización de mesas de trabajo, que también contarán con la participación de la empresa estatal petrolera Pdvsa, la Fiscalía, la vicepresidencia de Ciencia y Tecnología, alcaldías y representantes del sector privado, según el texto.
El plan acordado contempla además el “monitoreo integral ambiental” del lago y la creación de una “normativa legal” para regular los valores de concentración de materia orgánica y nutrientes según lo establecido en ese cuerpo de agua.
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