En medio de la crisis política tras los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, los ciudadanos de a pie siguen padeciendo los embates de la ausencia de servicio públicos, así como los sueldos precarios del sector público y privado que no cubren la canasta básica e impiden que los ciudadanos tengan condiciones de vida óptimas.
Así lo expresaron miembros de la sociedad civil de Los Andes, este fin de semana. Dionis Dávila, Presidente de FENASIPRUV/Secretario General de SIPRULA/Director Ejecutivo Central ASI VENEZUELA resaltó la importancia de tejer redes entre organizaciones de la sociedad civil para impulsar la promoción de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA) para visibilizar la condición del acceso a los mismos en Venezuela y cómo esto afecta a la población en general y a los trabajadores.
«No hemos descansado, durante las últimas semanas hemos continuado en conversación con diversos actores sociales, ha sido un tema medular el padecimiento de los trabajadores al no contar con salarios que permitan vivir dignamente, que estén anclados en el artículo 91 de la Constitución, que abran la puerta a la alimentación, la salud, la seguridad social, la recreación de los trabajadores. Nada de esto existe ahora, o existe en niveles precarios», fustigó. «Los salarios y condiciones actuales, en vez de dignificar, empobrecen a la sociedad venezolana y la alejan del desarrollo. Es el Estado quien tiene la obligación de garantizarlo, y tampoco lo hace, ya son 2 años y medio desde el último aumento salarial, y solo hemos visto que se otorgan bonos que, tampoco alcanzan».
En este orden, el Secretario General de la Federación de Estudiantes de Derecho de Venezuela, José Varela alertó que durante los últimos días, una gran cantidad de jóvenes universitarios han tomado la decisión de abandonar sus estudios y emigrar porque están convencidos de que en Venezuela no hay condiciones laborales, no ven oportunidades de futuro.
«La realidad es que no existe un verdadero incentivo económico para que ellos se quedarán acá a ejercer sus profesiones. Parte de esta problemática se deriva a la poca atención que le han prestado al funcionamiento óptimo de los servicios públicos. La falta de agua, cortes de luz en muchas zonas dificulta la formación integral de estos estudiantes; además, se han quedado sin profesores porque los profesionales de la educación de todos los niveles están desertando debido a los salarios paupérrimos».
«Tanto estudiantes como profesores se debaten entre sobrevivir o mantenerse por vocación, esto deteriora la calidad educativa y nosotros como estudiantes, manifestamos nuestra preocupación ya que esto pudiera llevar a Venezuela a un estado de oscurantismo tecnológico y educativo. Es momento de generar una campaña para que todo el país entienda la importancia de los derechos DESCA», remarcó.
Por último, Joel Zerpa, miembro de Movimiento Vinotinto, enfatizó que los tachirenses también sufren debido a la grave crisis de los servicios públicos.
«En los 29 municipios del estado se viven fallas en el suministro eléctrico, con cortes de hasta 8 horas diarias; además los problemas de potabilización del agua afectan la calidad de vida de los ciudadanos, cabe resaltar que ambos servicios tienen un alto costo mensual, sin embargo el servicio es deficiente», lamentó.
Asimismo, remarcó que uno de los principales dolores de cabeza de la mayoría de los habitantes del estado Táchira, es el mínimo poder adquisitivo: «Es uno de los puntos álgidos, lo que se gana en el sueldo básico no alcanza para tener una calidad de vida adecuada, en especial a los empleados públicos que dependen directamente del sueldo mínimo establecido por el Gobierno y que no supera los 4 dólares mensuales. Esto atenta contra la calidad de vida y vulnera claramente los derechos y reivindicaciones laborales».