La actividad ilegal en el criptomercado alcanzó un récord de 20.100 millones de dólares en 2022, con una gran parte del volumen atribuido a entidades sancionadas por Estados Unidos, según un estudio publicado este jueves por Chainanalysis.
El análisis indica que un 44 % de la actividad ilegal del año pasado procedió de entidades sancionadas por la Oficina de control de activos extranjeros del Gobierno de EE.UU., empezando por la plataforma rusa Garantex, que siguió operando «con impunidad» pese a ser castigada en abril a consecuencia del inicio de la guerra en Ucrania.
El informe matiza que los fondos recibidos por Garantex probablemente se deben a «usuarios rusos utilizando una plataforma rusa», pero al estar en la lista de empresas sancionadas los profesionales del sector «lo tratan como actividad ilícita».
El volumen de transacciones relacionado con las entidades sancionadas se disparó exponencialmente -se multiplicó por 100.000-, contribuyendo a la cifra récord de actividad ilegal en el criptomercado, que aumentó por segundo año consecutivo.
Y eso que el «tumulto» del mercado y la caída de plataformas como Celsius, Three Arrows Capital y FTX contribuyeron a un menor volumen total de transacciones, incluyendo en las «categorías convencionales de delincuencia asociada a las criptodivisas».
Así, en 2022 se redujeron los volúmenes de transacciones en criptodivisas destinadas al tráfico humano o la financiación del terrorismo, aunque hubo una excepción: el robo de fondos, que creció un 7 % interanual.
El informe señala que cuando hay menos dinero en el mercado global de criptomonedas, llega menos dinero a la criptodelincuencia.
Chainanalysis, que solo mide la actividad ilegal registrada en la cadena de bloques, destaca aun así que la cifra final seguramente se revisará al alza al descubrirse fraudes adicionales, como ocurrió en 2021, cuando se elevó de 14.000 millones a 18.000 millones.
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