Jesús Gabriel Monroy Origüen, funcionario activo de la Policía del estado Anzoátegui, fue asesinado en la mañana de este martes cuando entraba a Inversiones El Cocal, abasto ubicado en la avenida Moreno de Mendoza de El Roble, en San Félix. Los homicidas le propinaron más de 13 tiros por la espalda.
El crimen ocurrió cuando la víctima iba a comprar alimentos y sus familiares responsabilizaron a la banda de el Marquitos, quien lideró el grupo que opera en el barrio El Mangal hasta que fue asesinado el 9 de octubre de 2014. “Ese problema está denunciado desde 2011 y nadie nos ayudó”, gritaba su suegra, Daisy Gómez.
Irascible ante la presencia de efectivos de la Policía del Estado Bolívar (PEB) y del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), la mujer se negaba a que los últimos se llevaran el cadáver y colectaran los más de 13 casquillos que quedaron en donde asesinaron a Cholo, como apodaban a su yerno.
Tras varios minutos de diálogo, los funcionarios convencieron a los familiares del PoliAnzoátegui para que los dejaran hacer su trabajo y posteriormente se trasladaron a la sede del organismo para que estos ahondaran en sus declaraciones sobre el caso. “Si ustedes no hacen justicia, la haré yo”, amenazaba Daisy.
Amenazados desde 2011
Este no es el primer ataque que sufre la familia a manos de la banda que los sentenció desde 2011, cuando un hijo de Daisy tuvo un romance con una de las parejas de el Marquitos. El 18 de febrero de 2012, el Genaro asesinó a su sobrino, Alex Felipe Palomino, en una comparsa realizada en la UD-104 de San Félix.
Al año siguiente, específicamente el 15 y el 16 de octubre, la banda tiroteó un carro de Daisy en la Redoma de Otilio y posteriormente su casa, ubicada en la calle Raúl Leoni, de El Roble. “Hasta cuándo estos desgraciados van a hacer lo que les da la gana y nadie hace nada”, era el reclamo de la mujer para ese entonces.
“La cosa se puso peor cuando Jesús (el policía asesinado la mañana de este martes) agarró a el Genaro y se lo entregó al Cicpc… eso fue en octubre del año pasado (2014) y en noviembre le tiraron un atentado mientras iba en su camioneta con su esposa y sus dos hijos, uno de tres años y el otro recién nacido”, reveló un allegado.
Tras el crimen de este martes, la familia aseguró que la intención de Ricky, el Chino Lucky, Draculín, Fito, Jonathan, el Viejo y Blacky es acabar con ellos y por eso las autoridades deben tomar cartas en el asunto. “Ya van dos muertos en esta familia… ¿qué esperan para hacer algo por nosotros?”, volvió a gritar Daisy.
“Un patrullero de Caroní le robó el arma y el teléfono”
Según los testigos del asesinato de Jesús Gabriel Monroy Origüen, quien tenía más de 20 años en las filas de la Policía del Estado Anzoátegui y estaba destacado en El Tigre, los homicidas no le quitaron ninguna de sus pertenencias, algo que sí hizo un patrullero de Caroní que arribó de primero al sitio del crimen.
“Un patrullero de Caroní le robó el arma y el teléfono. Se acercó a revisarlo y lo que hizo fue quitarle sus cosas, luego se montó en una moto y se fue”, comentó un joven mientras la familia del funcionario preguntaba por sus pertenencias. Dicha información ya es manejada por los pesquisas del Cicpc.
Germán Dam V.
Correo del Caroní