La Refineria di Korsou (Rdk) dijo en un comunicado el lunes que recibió una orden judicial que obligó a los transportistas a descargar un cargamento de petróleo venezolano incautado por compañías marítimas debido a deudas de la empresa estatal venezolana Pdvsa.
En una orden de la corte local, el buque tanquero Icaro, (IMO 9038842) con bandera de Panamá, descargó unos 400.000 barriles de crudo ligero del tipo Santa Bárbara en un tanque sellado en la terminal de Bullen Bay, que Pdvsa, de propiedad estatal de Venezuela, arrienda junto con la refinería Isla de 325.000 b / d. de capacidad. La carga había sido objeto de un embargo judicial desde mediados de diciembre,según reseña La Patilla.
La carga fue incautada en las aguas de Curacao por las empresas navieras Exotic Waves Marina SA con sede en Liberia y Ammon Shipping and Transport Con sede en Jordania, según informes de medios locales.
“Nuestro objetivo es almacenar el crudo en tanques en tierra para que el Icaro pueda regresar a Venezuela para cargar crudo con destino a Curazao”, dijo la refinería en un comunicado el lunes. El petróleo permanecerá bajo embargo hasta que se resuelva la disputa con las compañías navieras, dijo.
De acuerdo con los funcionarios locales de envío y de refinería, otro acreedor no identificado inmediatamente impuso un adjunto de juicio previo por separado al propio buque petrolero operado por Pdvsa, rompiendo las expectativas de la isla de que el barco reanudaría sus tradicionales entregas de crudo desde Venezuela a Curazao y comenzaría un reinicio constante de la refinería.
La antigua refinería de Isla, que es propiedad de RdK de Curazao, ha estado fuera de servicio en su mayoría por más de un año debido a la falta de materias primas y servicios públicos. Los últimos son reparados, pero la instalación no tiene crudo para procesar. El distribuidor local Curoil está obteniendo combustible para la isla de proveedores externos.
El episodio de Ícaro fue eclipsado por los disturbios del fin de semana en Venezuela, donde la oposición política apoyada por Estados Unidos intentó forzar la ayuda humanitaria más allá de un bloqueo gubernamental. Las zonas fronterizas de Venezuela siguen tensas con choques esporádicos y numerosas víctimas.
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