Establecimientos comerciales cuyo fuerte de venta es la confitería tampoco escapan de la crisis económica que enfrenta el país, no sólo en diciembre de 2013 sino también desde principios de este año debido a la poca o nula existencia en anaqueles de productos de marcas reconocidas en el mercado y demandadas por los compradores.
El Cocosette, Bolibomba, las galletas de soda, galletería y chocolatería Nestlé y la Savoy, las tradicionales María Selecta de Puig y otras galletas de la Kraft como la Hony, Kracker Bran y Club Social casi no se ven en los anaqueles.
Otros productos como el Halls, Chiclet‘s y Trident de la casa Adams (Colombia), la Nutella y los bombones Ferrero Rocher; los bombones, caramelos, gomitas y chocolates chilenos de las marcas Arcor (Chile), así como también Colombina y Súper (Colombia) están ausentes de las estanterías de estos negocios.
En los ocho meses transcurridos del 2014, las confiterías siguen adelante con lo poco o mucho que les pueda llegar, incluso demorado.
En ocasiones, algunas hasta tienen que llenar los anaqueles vacíos donde había productos de otras marcas con otros distintos, como víveres y dulcería, ponqués y galletas sin lácteos, sin aditivos químicos ni gluten.
María Hernández, supervisora de Confys, C.A situada en la carrera 34 entre calles 22 y 23 refería que la variedad de chucherías les llega pero no con la misma distribución que recibían hasta diciembre de 2013.
Decía que de 20 a 30 bultos, cada uno contentivo de displays con 24 unidades que recibían de distintos proveedores en 2013, el mes pasado les llegaron entre ocho y 10.
Hernández comentaba que hasta sus asiduos clientes, como los bodegueros, revendedores y los mal llamados “charleros” tuvieron que ajustarse al recorte que esta confitería hizo debido a la escasez.
“Si a finales del año pasado había suficiente mercancía en almacén, podíamos venderle de tres a cuatro bultos de cualquier producto; ahora, les ofrecemos un bulto o por unidades, para no dejar de venderles”, argumentó.