¡A Jugar! Seis técnicas para provocarle un orgasmo, pero sin usar las manos

¡A Jugar! Seis técnicas para provocarle un orgasmo, pero sin usar las manos

Si sientes que tu vida sexual está pasando por un mal momento, te desafiamos a que la reactives, apostando por este erótico y entretenido juego

 

Las reglas consisten en que logres enloquecer a ése hombre usando tu lengua, cabello, busto, pies y toda la imaginación que desees, salvo una cosa, tus manos, por ningún motivo debes utilizarlas. ¡Inténtalo!

 

Sigue estas seis infalibles armas de seducción y conviértete en una verdadera experta en “la previa”, tu lolito y tú, lo agradecerán.

 

1-.Juguetea con el lóbulo de su oreja, acarícialo suavemente con tu lengua, lámelo por el borde y luego por el interior hasta plasmar una sútil y coqueta mordida. Lo harás estremecer de placer, ya que se trata de una de las zonas más erógenas de la anatomía masculina.

 

2-.Roza su nuca con la lengua. Comienza con suaves besos rodeando su cuello, complementa las caricias con tu nariz, endereza suavemente tu cuerpo hasta que su nuca quede a la altura de tus pechos y comienza a rozarlos por su cuello con mucha sensualidad. No olvides que en este juego de dos, está prohibido usar las manos.

 

3-.Con suaves besos y tiernos lamidos, traza un camino por su muslo interno, apoya tus pechos sobre la zona trazada y complementalo con insinuantes movimientos.

 

4-.Una técnica bastante conocida es la que se denomina la Cubana o Rusa, que por si esas casualidades no la conoces, consiste en masturbar su pene entre tus pechos. Utiliza los antebrazos para unirlos y generar más presión, balancéate al ritmo de la masturbación, complementando con lamidas y un tacaño sexoral.

 

5-.Cuando lo pilles medio desprevenido y bastante entregado, dale un tierno mordisqueo en una de sus nalgas e instantáneamente acarícialo con tus pechos.

 

6-.Y para finalizar, con mucha meticulosidad lleva tu pie sobre su pene e intenta dejarlo entre el dedo gordo y el segundo dedo y, al igual que si estuvieras con tu mano, comienza a masturbarlo. La sensibilidad tuya no será la misma que con tus manos, por eso debes ser cuidadosa y complementar con sonrisas juguetonas e incitantes miradas.

 

¡Suerte!

 

 

 

Fuente: SexoVital

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