A 20 años de la matanza de Srebrenica, Bosnia está dividida

A 20 años de la matanza de Srebrenica, Bosnia está dividida

El país balcánico, uno de los más pobres de Europa, sigue anclado en sus divisiones étnicas. Bosnia no logró superar las heridas del conflicto que dejó 100.000 muertos.

 

 

Veinte años después de la matanza de  Srebrenica, que precedió el fin del conflicto de Bosnia (1992-1995), el país  balcánico, uno de los más pobres de Europa, sigue anclado en sus divisiones étnicas. Bosnia no logró superar las heridas del conflicto que dejó 100.000 muertos  y los musulmanes (40%), los serbios (30%, cristianos ortodoxos) y croatas (10%,  católicos) siguen mirándose con desconfianza.

 

 

Los dirigentes políticos nunca renunciaron a los objetivos de la guerra,  sostiene Srecko Latal, director del grupo de reflexión Social Overview Service (SOS).

 

 

Los musulmanes quieren “la centralización” y los serbios la “secesión”,  mientras que los croatas aspiran a una “entidad croata”, explica a AFP  Latal, también jefe de redacción de una red regional de periodismo de investigación (BIRN)

 

 

Atizadas por los políticos, las divergencias entre las comunidades se  intensifican en los períodos de conmemoración, como la matanza de Srebrenica,  en el este de Bosnia, uno de los mayores traumatismos de la guerra.

 

 

Unos 8.000 musulmanes, hombres y adolescentes, fueron masacrados por las  fuerzas serbias de Bosnia.

 

 

Los musulmanes bosnios quieren que los serbios admitan que se trata de un  genocidio, como lo ha tipificado la justicia internacional, pero los bosnios se  niegan categóricamente.

 

 

“Todo es una mentira recurrente. Nos dicen ‘no deben negarlo’. ¿Cómo no  negar una mentira?”, declaró el sábado pasado el líder político de los  serbo-bosnios, Milorad Dodik.

 

 

Dos décadas después del conflicto, los líderes de las tres comunidades no  logran ponerse de acuerdo en torno a un “mínimo interés común”, dice a AFP  la analista política Tanja Topic.

 

 

Los nacionalistas “aplican políticas autistas y fabrican tensiones  permanentes” para “de esa forma estrechar las filas” de sus respectivas  comunidades, agrega.

 

 

“Dividieron el país en zonas étnicas y de interés en las cuales controlan  totalmente los flujos financieros y en las que los jefes de las tribus étnicas  son los amos de la vida y la muerte”, afirma Topic.

 

 

Esa política se basa en los acuerdos de paz de Dayton, en Estados Unidos,  que puso fin a la guerra y dividió el país en dos entidades, una serbia y otra  croato-musulmana.

 

 

Debido a las disputas políticas, el acercamiento de Bosnia a la Unión  Europea está estancado desde hace años.

 

 

Difícil situación

 

 

Los europeos lanzaron varias iniciativas para reactivar el proceso pero sin  resultados concretos.

 

 

Bosnia atraviesa una difícil situación económica y social. El paro afecta  al 40% de la población activa y este año necesitará una financiación de 500 millones de euros para cubrir sus déficits.

 

 

La elite política afirma que la adhesión a la Unión Europea es su principal  objetivo, pero en realidad no es para nada su verdadero interés, sostiene Topic.

 

 

“Esta situación de desorden y de caos es la que más les conviene porque les  permite crear leyes y normas a su medida”, agrega Topic.

 

 

La situación es crítica: sin un acuerdo sobre las reformas europeas  indispensable para recibir un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI),  Bosnia corre el riesgo de hundirse en los próximos meses en “una crisis más  profunda aún”, dice Lata.

 

 

Esa crisis podría generar “movimientos de cólera” de la población y  desestabilizar la región, agrega.

 

 

“La Unión Europea y Estados Unidos” deben “reforzar su compromiso aquí para  impedir que se desmorone Bosnia, lo que podría poner en peligro la estabilidad  de toda la región” de los Balcanes, concluye.

 

Fuente: La Tercera

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