1. Conoce tu vagina Que no te de pena verla minuciosamente con un espejo. Saber cómo luce te ayudará a detectar qué sí es normal y qué no; así detectarás cualquier anormalidad de inmediato.
2. No dudes en visitar a tu ginecólogo por cualquier infección Te da pena, te sientes como una tonta, crees que no es para tanto, pero si detectas algún honguito o infección en tu vagina, atiéndela. Nada mejor que la ayuda del experto.
3. Deja de creer que tu vagina APESTA Si tienes la higiene necesaria tu vagina huele normal. Así que despéjate de esas tontas ideas (¡Y no olvides usar un jabón especial para esta área!).
4. Sí, todas tenemos PAVOR al espéculo No te sientas mal, no eres la única que tiene pavor a este instrumento médico que dilata tu vagina para que el ginecólogo pueda explorarla mejor; tómalo con calma (estamos unidas en esa pena).
5. Preocúpate más en ser amable con tu vagina que con un desconocido de Tinder Cuida de tu vagina, protégete y preocúpate más por ella que por agradar o ceder a los caprichos de un desconocido.
6. Toma el control de tus orgasmos Prueba nuevas cosas con tu pareja o sola. Nadie conocerá mejor la mejor manera de estimularte que tú.
7. Deja que tu vagina respire Mantenerla encerrada bajo pantalones súper apretados, por ejemplo, puede ocasionarte algunas infecciones ocasionadas por bacterias y hongos; así que ya tienes un buen pretexto para dormir desnuda.
8. Aunque no tengas un parto, tu vagina envejecerá Definitivamente no se verá igual cuando tengas 40, así que tómalo con calma.
Fuente: Actitud Fem