Los Hermanos Musulmanes denunciaron la muerte de 77 islamistas baleados al frente del cuartel donde permanece Mohamed Mursi. Salafistas se retiran de las negociaciones
Más de 200 personas también resultaron heridas en una escalada de la crisis política de Egipto, mientras los Hermanos Musulmanes instaron a los egipcios a levantarse contra el Ejército, al que acusaron de golpe militar para destituir a un líder electo.
En un hospital cercano a la mezquita Rabaa Adawia, donde los islamistas han acampado desde que Mursi fuera derrocado el miércoles, las habitaciones estaban llenas de personas heridas.
El vocero oficial de los Hermanos Musulmanes, Gehad El-Haddad, que se encuentra en una sentada pro Mursi en una mezquita cercana al lugar, dijo que el tiroteo comenzó a primera hora de la mañana, cuando los islamistas oraban y llevaban a cabo una sentada pacífica a las puertas de la sede de la Guardia Republicana. Entre las víctimas de los incidentes, hay al menos 8 mujeres y 7 niños.
Fuentes oficiales citadas por la televisión estatal, en cambio, redujeron a 42 el número de muertos.
Como consecuencia inmediata, el partido ultraconservador islamista Nur, que inicialmente apoyó la intervención militar, dijo que se retiraba de las estancadas negociaciones para formar un gobierno interino que conduzca al país a unas elecciones.
El Ejército ha dicho que no fue un golpe militar, sino que intentaba cumplir la voluntad de cientos de miles de personas que pidieron el 30 de junio su dimisión.
«Estábamos orando al amanecer y escuchamos los tiros», dijo Abdelaziz Abdelshakua, quien contó que un oficial del Ejército le aseguró que no eran disparos, pero, de repente, hubo un tiroteo desde el lugar en el cual se encuentra la Guardia Republicana.
«Nos lanzaron gases lacrimógenos, nos dispararon perdigones, balas de goma, de todo. Luego usaron balas de verdad», agregó.
Los heridos fueron trasladados al hospital improvisado en motocicletas, recibían primeros auxilios y eran sacados del lugar en ambulancias.
Este lunes, vehículos militares cerraron el tráfico en torno a una amplia zona en torno a la mezquita Rabaa Adawia, y el Ejército clausuró también con vehículos armados dos de los principales puentes sobre el río Nilo.
Las conversaciones para formar gobierno atravesaban dificultades ya antes del tiroteo, después de que el partido salafista Nur rechazara a dos candidatos liberales a primer ministro propuestos por el jefe de Estado interino, Adli Mansur.
Nur, el segundo mayor partido islamista de Egipto, que es vital para dar a las autoridades la apariencia de respaldo islamista, dijo que se había retirado de las negociaciones en protesta por lo que calificó de «masacre en (el complejo de) la Guardia Republicana».
Fuente: Infobae