1. Hidratación
Tu rostro es como un lienzo, por lo que elprimer paso es acondicionarlo. ¿Y cómo se hace? Con una crema hidratante que se adapte a tu tipo de piel.
2. Prebase y base
La prebase se encarga de alisar y suavizar el rostro antes de aplicarle ningún rastro de color. A la hora de elegir el tono de tu base fluida, evita la tentación del moreno artificial.
3. El corrector
Las ojeras: el mal moderno. Suerte que tenemos a nuestra disposición millones de correctores que nos ayudan a difuminarlas y, al tiempo, iluminar la mirada.
4. Las sombras
Llegó el momento de la verdad. Con un rostro preparado, toca empezar a pintar. Si tienes poco tiempo, elige una sombra (los tonos naturales son ideales para el día, reserva los negros y ahumados para tus fiestas más atrevidas) y aplícala en el párpado móvil con un pincel.
5. Máscara de pestañas
Puedes elegir la que más te apetezca: que aporte volumen, dé un aspecto más natural… Y entonces, aplícalagenerosamente sobre las pestañas superiores, desde el centro hasta el exterior y haciendo pequeños zigzags con el pincel para que el color se extienda mejor.
6. Blush
Eso sí, ten cuidado con la luz de tu cuarto de baño. Revisa las mejillas con un espejo al salir a la calle. ¿Un truco? Lleva un algodón para rebajar, por si te has pasado…
7. Labial
Escoge el color según la ocasión: los tonos claros van mejor durante el día, mientras que los oscuros se entregan con facilidad a las aventuras nocturnas.
Fuente: Cosmopolitan
