La depresión es una enfermedad que afecta a un gran número de personas alrededor del mundo y existen diversas opciones para su tratamiento que se irán adaptando de persona a persona de acuerdo a una serie de factores como la genética, los síntomas presentes y la severidad de los mismos, entre otros.
Existe una gran cantidad de mitos relacionados con los trastornos mentales, que la mayor parte de las veces son infundados y afectan la percepción de las personas con respecto a su padecimiento y los tratamientos disponibles, a veces generando estigma y evitando que las personas tengan un seguimiento adecuado a su tratamiento, empeorando su estado de salud.
Mito: La depresión es una debilidad mental, basta con pensar positivo para que desaparezca
Realidad: El trastorno depresivo mayor es una enfermedad al igual que la hipertensión arterial o la diabetes, donde existe una alteración en el funcionamiento normal del cerebro, por lo que pedirle a una persona deprimida que “piense positivo” es como pedirle a un diabético que deje de serlo.
Mito: Los antidepresivos son una “salida rápida” porque solo te hacen olvidar los problemas, no los solucionan
Realidad: El tratamiento farmacológico para la depresión está enfocado en mejorar el estado de ánimo de manera directa, sin que esto signifique que los problemas simplemente desaparecen, sino que al disminuir los síntomas depresivos es más fácil poder enfrentar los problemas de la vida cotidiana y tener una perspectiva más clara de las cosas. Además, en los casos de depresión más severos es frecuente que la respuesta antidepresiva no sea evidente hasta después de un par de semanas.
Mito: Los medicamentos para la depresión son adictivos
Realidad: Ningún antidepresivo genera adicción, aunque de suspenderse de manera abrupta en algunos casos podría confundirse con el “efecto de rebote”, o la reaparición de los síntomas depresivos.
Mito: Los antidepresivos cambian la personalidad de quienes los toman
Realidad: Los antidepresivos simplemente ayudan a estabilizar el estado de ánimo de una persona deprimida, es decir que tendrá la misma personalidad que tenía antes de padecer depresión. Algunas personas pueden presentar somnolencia con algunos antidepresivos al inicio del tratamiento y eso podría confundirse con dichos cambios de personalidad, otras personas notan que se enojan menos sin embargo las emociones nunca se pierden.
Mito: Los antidepresivos deben tomarse toda la vida
Realidad: El tiempo necesario para lograr un tratamiento antidepresivo eficaz varía por lo general entre 6 meses y 1 año dependiendo de la severidad de los síntomas y la respuesta al tratamiento, esto porque una vez que la persona se siente bien se debe mantener un periodo de mantenimiento a fin de asegurar la curación, pero nunca se tomarán por toda la vida.
Mito: Los antidepresivos causan muchos efectos secundarios
Realidad: Es común que las personas que van a tomar un medicamento inmediatamente busquen información sobre lo peor que podría pasar al tomarlo, estas descripciones se relacionan a casos anecdóticos en los que se presentaron estos efectos y no se estaba tomando otro medicamento.
Lo más importante para lograr el éxito de un tratamiento antidepresivo es informarse y eliminar cualquier duda ya sea relacionada con su enfermedad o el tratamiento indicado para asegurar una constancia y evitar las complicaciones por el abandono del tratamiento.
GV
Por Confirmado: Gabriella Garcés