1. Destino soñado
A pesar de que los ataques terroristas han golpeado un poco el turismo, Francia sigue siendo el destino más visitado de todo el mundo. Su capital, París, está lejos de ser un destino económico, pero igualmente se la pasa llena de visitantes, especialmente de turistas europeos.
2. Patatas prohibidas
La patata fue un tubérculo condenado por mucho tiempo por los franceses, que lo consideraban feo por su aspecto sucio y deforme, hasta el punto de que los galos desistieron de consumirlo por 24 años. En 1772, el agrónomo y naturista Antoine-Augustin Parmentier logró suprimir los prejuicios de los franceses hacia las patatas, aunque también ayudó mucho el bajo precio del alimento, producto de su muy baja popularidad. Irónicamente, el país galo fue cuna de las papas fritas.
3. Falsa cobardía
La fácil rendición de Francia durante la Segunda Guerra Mundial contribuyó a crear una imagen de cobardía. Sin embargo, el ejército francés tiene el mejor registro militar de Europa, tras salir victorioso en 109 de 168 batallas libradas desde el siglo IV. Francia dictó las condiciones de rendición de Alemania en la Primera Guerra Mundial y tuvo 1,4 millones de bajas en el conflicto.
4. El presidente más joven
En 2017, Emmanuel Macron se convertiría a sus 39 años en el presidente más joven en la historia de Francia y en el jefe de Estado de menor edad desde Napoleón. Macron está casado con Brigitte Trogneux, su exprofesora de secundaria, quien es 24 años mayor que él.
5. Vehículo para cualquier edad
El sueño de muchos adolescentes que anhelan conducir es una realidad en el país galo. Tan solo 14 años de edad y 4 horas de experiencia son suficientes para manejar los llamados VSP, «voitures sans permis», unos autos que no sobrepasan los 45 km/h y solo cuentan con dos plazas. El auto que separa a los adolescentes franceses de su prematura experiencia al volante cuesta 14 mil dólares.
6. Zancos
Aunque hoy en día las funciones de circo acaparen el uso de este ingenioso accesorio, los zancos fueron de mucha utilidad para antiguas poblaciones rurales de Francia. Durante el siglo XIX, en regiones como Gascuña se valían de los zancos para andar por terrenos toscos e irregulares que hacían difíciles las tareas de ganadería y pastoreo de ovejas.
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