Es común para hombres y mujeres cometer errores en la cama. Algunos pueden ser tomados con gracia, y retomar la actividad sexual, pero otros despojan de toda excitación a los hombres, poniendo en riesgo la intimidad del momento.
Estos son los 6 errores de las mujeres más típicos. ¡Para tener muy en cuenta!
#6 Esperar que el hombre sea la mente
Los hombres no leen la mente, y cada mujer tiene sus gustos y puntos de excitación. Dejar que él deba adivinar lo que les gusta o no, no es algo de su predilección. Para que esto no ocurra, la mujer debe ser específica y concreta, sin caer en dar órdenes todo el tiempo.
#5 Ser pasiva
Los hombres no quieren tener que tomar la iniciativa todo el tiempo. La poca predisposición de una mujer para tener sexo, ser creativa en la cama o brindarse a la creatividad del hombre no resulta para nada excitante.
#4 Hablar todo el tiempo
Hablar durante y después del sexo es otro de los errores de las mujeres que no excitan a los hombres. Claro que el sexo no tiene por qué ser algo silencioso, pero no se trata de hablar de cualquier asunto.
Unas «palabras sucias» o frases excitantes sí están permitidos.
#3 Fingir demasiado
A veces, está permitido fingir un poco, exagerando un poco los sonidos, o diciendo palabras para incentivar al hombre. Pero cuando esto es demasiado evidente, no hay hombre que lo crea.
Lo ideal es no fingir, por supuesto, pero si se decide hacerlo, que sea creíble.
#2 No cuidar la higiene
A algunos hombres no les importa la falta de higiene de su pareja, pero a otro tanto, sí les molesta ese descuido. Esta es una de las quejas de los hombres en la cama, y la sugerencia es tener un poco de consideración hacia la higiene y salud.
Rasurar las piernas y axilas, una ducha o crema perfumada son detalles que no cuestan tanto.
#1 Demostrar descontento
No a todas nos gustan las poses preferidas de los hombres, como la clásica del perrito, o practicar sexo oral. Pero si a eso le sumamos expresar nuestro descontento, o al menos no disimularlo, no es agradable tampoco para el hombre sentir que se hace por obligación.
Fuente: iMujer