Hoy, 30 de octubre, es el Día Internacional de la Lucha contra la Obesidad, Justamente, la presencia de esta enfermedad en la sociedad es el causante de que hayan proliferado en el calendario las jornadas destinadas a la “concienciación ciudadana y a la lucha contra esta epidemia”, como la califica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No es para menos porque las cifras son realmente alarmantes. Según esta organización (OMS), alrededor de 500 millones de personas en el mundo son obesas y unas 1.400 millones sufren sobrepeso.
Estos datos no son muy diferentes a la realidad de numerosos países, ya sea en Europa como en Estados Unidos o América Latina, donde de cada 100 adultos de 18 y más años, casi 20 % padecen obesidad y 35 % presentan sobrepeso. La obesidad ha aumentado del 8 % al 17 % en los últimos 25 años, es decir, más del doble.
Hay países europeos que superan incluso las cifras de Estados Unidos, que acostumbramos a relacionar con altos índices de obesidad (por el estilo de alimentación, comidas llamadas “chatarra”). Para luchar contra estos números, los especialistas están en pie de guerra con distintas iniciativas para concienciar especialmente a los menores de la importancia de la buena alimentación.
Para poder luchar contra la obesidad lo primero es saber qué es exactamente. El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define el término obeso como ”[persona] excesivamente gruesa” pero esto no resulta nada clarificador. Algo más clara es la definición de la OMS que apunta que “el sobrepeso y la obesidad son una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”.
La investigadora Laura Webber presentó los datos de un informe en que constata que la tasa de obesidad y sobrepeso en hombres y mujeres aumentará en casi todos los países en 2030.
De 1980 a 2015 la prevalencia de obesidad en el mundo llegó a duplicarse y lo más alarmante es que ya no solo se relaciona con los países desarrollados. Según la OMS, en los países en desarrollo están viviendo cerca de 35 millones de niños con sobrepeso, mientras que en los países desarrollados esa cifra es de 8 millones.
El País