La administración de Donald Trump insiste en que las operaciones son parte de un plan para combatir el narcotráfico
El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, informó el 28 de octubre que el Ejército estadounidense mató a 14 personas tras atacar a cuatro lanchas presuntamente vinculadas con el narcotráfico, en una operación en aguas internacionales del océano Pacífico, frente a las costas de Colombia.
“Siguiendo instrucciones del presidente Donald Trump, el Departamento de Guerra llevó a cabo tres ataques cinéticos letales contra cuatro embarcaciones operadas por organizaciones terroristas designadas que traficaban con narcóticos en el Pacífico oriental”, escribió Hegseth en su cuenta de X.
Además, aseguró que ocho personas se encontraban a bordo de las embarcaciones durante el primer ataque, cuatro durante la segunda operación y tres en el tercero. Mientras que uno de los pasajeros logró sobrevivir, por lo que el Comando Sur de EE UU inició los protocolos para rescatarlo.
“Las autoridades mexicanas de búsqueda y rescate aceptaron el caso y asumieron la responsabilidad de cooperar con el rescate”, indicó Hegseth.
Este es el undécimo ataque que el gobierno de Trump ha reportado contra embarcaciones supuestamente cargadas con droga en aguas del mar Caribe y el océano Pacífico, con un total de 57 muertos.
El aumento de tensiones empezó en agosto con el despliegue de buques del Ejército estadounidense en el Caribe, pero se ha extendido a aguas del Pacífico con tres ataques.
Desde entonces, EE UU ha enviado a la región buques militares, un submarino, un destructor, aviones de combate y, recientemente, se sumó el portaaviones USS Gerald Ford, el más grande de la flota estadounidense que se encuentra en camino.

Sobrevivientes y muertos en los ataques de EE UU
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó el rescate de un sobreviviente que viajaba en una de las embarcaciones presuntamente vinculadas con el narcotráfico atacadas por EE UU este martes 28 de octubre.
“Hoy nos lo informó el secretario de Marina, un ataque que en aguas internacionales tuvo una embarcación que presuntamente llevaba droga. Parece que quedó un sobreviviente y la Marina, por razones humanitarias y dentro de los tratados internacionales, decidió rescatar a esta persona”, declaró la mandataria durante su conferencia de prensa diaria, sin ofrecer más detalles del lugar de la operación.
En otro ataque, ocurrido el 16 de octubre, un ciudadano colombiano y uno ecuatoriano también sobrevivieron, de acuerdo con la información oficial de EE UU.
La administración Trump se limitó a decir que los había liberado y repatriado a sus países de origen para su detención y enjuiciamiento, luego de que ambos fueron rescatados en helicóptero y trasladados a un buque de guerra de la Marina de EE UU.
El colombiano fue identificado como Jeison Obando Pérez, de 34 años de edad, quien tras su repatriación se encuentra en un hospital en Bogotá con un trauma cerebral y respiración mecánica.
El ministro del Interior de Colombia, Armando Benedetti, informó que al recuperarse Obando Pérez va a ser procesado según la justicia, porque presuntamente es un delincuente que estaba traficando drogas.
El sobreviviente ecuatoriano, identificado como Andrés Fernando Tufiño Chila, también fue repatriado a su país y las autoridades resaltaron que se encontraba en buen estado de salud.

En su caso, el Ministerio del Interior ecuatoriano indicó que los fiscales se reunieron con Tufiño y determinaron que no había evidencia de que hubiera cometido algún delito dentro de las fronteras del país.
La identidad de las víctimas mortales en los 11 ataques a las embarcaciones no ha trascendido de forma oficial, sin embargo, el medio El Colombiano reseñó el testimonio de la familia de un colombiano muerto que fue identificado como Alejandro Carranza.
Los familiares de Carranza afirmaron que él se dedicaba a la pesca y que salió a faenar en mar abierto. Su esposa, Katerine Hernández, rechazó el señalamiento de Estados Unidos sobre un posible vínculo con el narcotráfico.
Por otra parte, un artículo del diario The New York Times reportó el hallazgo de cadáveres con signos de explosión en las playas del noreste de Trinidad y Tobago, poco después de los ataques de EE UU.
De acuerdo con el medio, los cuerpos presentaron quemaduras, miembros amputados y rostros irreconocibles, lo que generó sospechas de que podría tratarse de víctimas mortales de los bombardeos contra lanchas en el mar Caribe.
Las preocupaciones se intensificaron por reportes sobre dos ciudadanos trinitenses, Chad Joseph y Rishi Samaroo, quienes podrían estar entre los muertos ya que sus familias indicaron su desaparición después de que salieran a pescar.
Los familiares de Joseph y Samaroo también negaron cualquier vínculo con el narcotráfico.
No obstante, el gobierno trinitense no ha confirmado la realización de autopsias ni ha emitido declaraciones oficiales sobre los cuerpos que se encuentran almacenados en funerarias de Puerto España, los cuales tampoco han sido reclamados por gobiernos extranjeros ni familiares.

Cronología de los ataques en el mar Caribe
2 de septiembre: Estados Unidos anunció el primer ataque contra una embarcación y agregó que iban a bordo 11 personas presuntamente miembros del Tren de Aragua que salieron de Venezuela para transportar drogas hacia Estados Unidos. La administración Trump difundió el video del supuesto ataque, pero no aportó pruebas del vínculo de la lancha con el narcotráfico.
15 de septiembre: un segundo ataque contra una embarcación mató a tres personas, de acuerdo con Trump, quien aseguró que también estaban transportando drogas.
19 de septiembre: Trump publicó en sus cuentas de redes sociales información sobre un tercer ataque contra una lancha, esta vez sin precisar el origen de la travesía, aunque República Dominicana incautó parte de la droga que presuntamente transportaba.
3 de octubre: esta vez es Pete Hegseth, secretario del Departamento de Guerra, quien anunció el cuarto ataque contra una embarcación también en aguas del Caribe y la muerte de sus cuatro tripulantes.
14 de octubre: se produjo el quinto ataque contra un bote cerca de las costas venezolanas, con un saldo de seis víctimas mortales.
16 de octubre: esta vez es un submarino fue atacado por el Ejército estadounidense. De sus cuatro tripulantes, dos murieron y dos sobrevivieron a la explosión. Los dos sobrevivientes fueron trasladados a sus países de origen, Ecuador y Colombia.
17 de octubre: Estados Unidos anunció el hundimiento de una séptima lancha y la vinculó con la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), una de las organizaciones designadas como terroristas por la administración Trump.
24 de octubre: la administración de Trump anunció el décimo ataque contra una lancha que, según afirmaron las autoridades estadounidenses, era operada por el Tren de Aragua y transportaba a seis personas que murieron en aguas internacionales del Caribe.

Ataques en el océano Pacífico
21 de octubre: se conoció sobre el octavo ataque contra una lancha supuestamente vinculada al narcotráfico pero fue el primero en aguas del Pacífico, cerca de las costas de Colombia, con un saldo de dos muertos.
22 de octubre: Hegseth publicó el noveno ataque contra una embarcación, el segundo en el Pacífico y cerca de aguas colombianas. El secretario de Guerra aseguró que los ataques continuarían y reforzó la retórica de Trump, que ya ha insinuado la posibilidad de trasladar estos bombardeos a zonas terrestres, sin precisar dónde.
Reacciones por los ataques a embarcaciones
Tanto el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela como el de Gustavo Petro en Colombia han denunciado los ataques a las lanchas como asesinatos y ejecuciones extrajudiciales.
Algunas organizaciones no gubernamentales (ONG), como Amnistía Internacional y Provea, también han cuestionado las acciones de Estados Unidos por infringir el derecho internacional.
La ONG venezolana subrayó que los cuestionamientos a estos operativos han sido alimentados, entre otras cosas, por la poca información brindada por la gestión de la Casa Blanca sobre las víctimas y las pruebas del transporte de drogas.
“Estos hechos constituyen claras violaciones y minan un campo del derecho en los que pudiera justificarse de forma indiscriminada el uso de la fuerza letal contra civiles. Dichos ataques pueden ser calificados como una ejecución extrajudicial”, indicó Provea el 26 de septiembre.
Por su parte, Trump insiste en defender que los ataques que su país ha llevado a cabo contra embarcaciones en el mar Caribe y el océano Pacífico son para evitar el transporte de drogas hacia EE UU.
“Los demócratas de la izquierda radical dijeron que solo estaban pescando. Bueno, los submarinos no pescan, ¿verdad? Ustedes saben más de submarinos que yo”, declaró a bordo del portaaviones USS George Washington, en la base naval de Yokosuka, el 28 de octubre.
El líder republicano insistió en que las fuerzas estadounidenses están destruyendo a embarcaciones diseñadas para traficar drogas y que cargan cantidades suficientes para matar a 25.000 estadounidenses de sobredosis.
Mientras los ataques continúan, las dudas siguen surgiendo en torno a los ataques contra embarcaciones en aguas internacionales debido a la poca información oficial sobre las víctimas y las pruebas que los vinculen con el transporte de drogas.









