¿Quieres que tu rostro se vea más hidratado y tu piel más lisa y joven pero no sabes qué producto elegir?
#1 Presta atención a los ingredientes
Si tu piel es sensible, elige la opción sin perfume y sin aceite. Para los rostros de cutis graso, ten presente que las fórmulas deben ser livianas y que no obstruyan los poros, para evitar que se formen más granos o puntos negros. Recuerda mirar siempre los ingredientes antes de adquirir un hidratante facial.
#2 Prueba en otra zona del cuerpo
Antes de aplicar cualquier hidratante facial, es importante que pruebes en alguna parte de tu cuerpo (por ejemplo, en el hueco interior de tu codo) y apliques una pequeña porción. Si sientes que te quema o te irrita, evita colocarla en tu rostro, pues no es la adecuada.
#3 Presta atención al clima
Cuando realizas la compra de un hidratante facial, deberás tener en cuenta el clima del exterior, ya que puede influir sobremanera. Si se trata de clima cálido o húmedo, es preferible que el hidratante sea suave. En cambio, si el clima es frío, lo ideal es que utilices una crema más aceitosa, a menos que tu piel sea grasa.
#4 Evita las fórmulas enriquecidas
No se necesitan grandes fórmulas para hidratar el rostro de manera adecuada. Una crema simple sin tantos agregados ayuda a borrar las líneas de expresión y a mejorar la textura de la piel. Sin embargo, existen algunos productos que pueden ser realmente útiles si vienen incluidos en el hidratante para el rostro.
En el caso de la reducción de las arrugas, puedes adquirir cremas con vitamina A. Si lo que buscas es emparejar el tono de la piel, los compuestos de la soja pueden hacerlo, y si quieres estimular la creación de colágeno, deberás buscar un hidratante que tenga agregados de vitamina C.
#5 Conoce tu tipo de piel
Para saber elegir el mejor hidratante facial, es una condición casi obligatoria saber cuál es tu tipo de piel. Según los dermatólogos, se han encontrado 16 tipos diferentes de piel divididas en piel seca o grasa, con pigmentos o sin pigmentos, con arrugas o lisa y sensible o resistente. Si sabes qué tipo de piel tienes, te será mucho más fácil elegir la crema hidratante.
Si tu cutis es normal o sensible, es preferible que utilices una variedad no grasa a base de agua con ingredientes derivados de la silicona. En cambio, con una piel seca, selecciona productos más pesados a base de aceites minerales y glicerina, sobre todo si sientes que tu rostro se tensa luego de lavarlo.
Fuente: iMujer