La lechosa (Carica papaya), originaria de los bosques de México, Centroamérica y del norte de América del Sur, es una planta tan maravillosa como versátil. Al estudiar la Medicina Ayurveda y el Naturismo, por ejemplo a través de los estudios realizados por el Dr. Keshava Bhat, nos damos cuenta de que podemos aprovechar todas las partes de esta fruta, que nos ofrece diferentes regalos para ayudar a mantener nuestra salud integral. El biólogo y terapeuta en Medicina Ayurveda Francisco Javier González, nos habla de estos beneficios.
La hojas: Preparando y tomando adecuadamente las hojas de la lechosa, puede servirnos como desparasitante del sistema digestivo, tanto para adultos como para niños.
La cáscara: La concha de lechosa en infusión puede ser tomada para desinflamar tejidos internos, edemas linfáticos y es resulta muy efectivo para la recuperación post-operatoria.
La savia: La leche que emana cuando se desprende una rama o de la cáscara del fruto verde, mezclada con azúcar morena o papelón, ayuda a la desinflamación de los órganos internos, especialmente del bazo.
La pulpa: El fruto no maduro tiene una mezcla de sabores amargo, ácido y astringente juntos, que es el mismo de sabor de la leche, y ayuda procesos internos de inflamación, hígado, vesícula, bazo, páncreas, que están relacionados con el tercer Chakra, Manipura; las personas que más se benefician de esta propiedad son aquellas que por su constitución pertenecen al biotipo o dosha Pitta, de lo cual hablaremos en otra oportunidad.
Así mismo, si con un cuchillo se practican hendiduras longitudinales poco profundas al fruto en proceso de maduración, este bota el exceso de los sabores amargo, ácido y astringente, madura dulce y se activa la enzima que se llama papaína, que forma una película que protege las paredes del estómago. Desayunar con lechosa fresca, complementada con una infusión de jengibre con semillas de cilantro, contribuye a una mejor digestión, ya que funciona como protector gástrico.
Comer la fruta fresca endulzada con miel y tomar luego un vaso de agua tibia por períodos prolongados, de más de tres meses, nos ayuda a recuperar fuerzas en las articulaciones y a combatir la debilidad cardíaca.
Por su alto contenido de vitamina C, reduce hidrógenos libres, constituyéndose en un agente antioxidante que contribuye al rejuvenecimiento.
Las semillas: Una vez secas, las semillas de lechosa se trituran, y tomándolas en una infusión de agua tibia, sirve para eliminar parásitos estomacales y recuperar la flora bacteriana.
A pesar de tratarse de remedios naturales, nunca deben ser auto-administrados, ya que cada persona es diferente y dependiendo de su dosha o biotipo los medicamentos basados en alimentos y hierbas pueden resultarles beneficiosos o generar efectos secundarios indeseados. Por eso es importante consultar con un médico ayurveda antes de tomar alguna de estas recetas.
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