Estás segurísima que es mala suerte, que todos los hombres buenos están casados, comprometidos o viviendo con otro hombre. Es tu destino.
¡No! La verdad es que los resultados de tu vida amorosa tienen que ver muchísimo con tu forma de buscar, de atraer y de ser atraída.
El problema no son los hombres, ¡eres tú! Pon atención y checa lo que posiblemente puede estar pasando:
Vas muy rápido
Obvio es guapísimo. Y stalkeó tu Facebook y Twitter y se dio cuenta que tu lugar favorito es ese restaurante y te llevó ahí. Y para cuando llegaste a tu casa sientes que están hechos el uno para el otro. La verdad es que le habías dado toda la información que necesitaba en tu cuenta de Twitter. La verdad es que quieres enamorarte. Y para la segunda vez que lo veas ya no notarás que no salieron de tu casa y como besa increíble olvidarás que, la verdad, no tienen tanto en común.
Date chance, tiempo, sobre todo tiempo de conocerlo realmente. Olvida los mensajes, la «plática» en línea, salgan y escúchense, véanse en lugares públicos y no te apresures. Si eso que sientes en la panza son de verdad mariposas y no ansias, valdrá pena la espera.
No te conformes
Una cosa es que te caiga bien y aunque no te vuelva loca, te guste como besa y otra muy diferente que cada que pone su música en el coche te dan ganas de taparte los oídos. Suficiente no significa que esté hecho a la medida.
Sí, todavía hay hombres que valen la pena
Y están buscando a una mujer que vala la pena. Y lo que tienen en común no debe ser que se están buscando, si no que son felices solteros, que se disfrutan a sí mismos y que esa individualidad es atractiva cuando se reúne.
Enamórate de ti: ¡eres fabulosa!
La mejor manera de atraer un hombre a tu altura es que tú misma sepas el nivel de mujer que eres. ¿De verdad eres tan segura de ti misma como todos creen? ¿Estás segura que sabes lo absolutamente hermosa, amorosa, valiosa, exitosa que eres? Párate frente al espejo, y antes que intentar seducir al hombre perfecto, sedúcete a ti.
Ten claro qué quieres.
Y no sólo por comparación. Me queda claro que ya no quieres uno como tu ex, pero ¿qué quieres ahora? ¿Qué es lo que quisieras en un hombre y cómo cabe eso en tu vida? ¿Quieres mejorar tu vida sexual? ¿Quieres un hombre tranquilo? ¿Quieres alguien que comparta tus gustos pero que te dé espacio? Ten claro qué quieres y no confundas la atracción con el objetivo. Por guapo que se vea ese hombre que acaban de presentarte, tal vez no quiera lo mismo que tú.
Fuente: Veintitantos
