Nuestro cuerpo es muy sabio y nada en él es pura casualidad…
Cuando sales al encuentro de un día invernal, lo más probable es que sientas más frío en las manos que en cualquier otra parte del cuerpo. Y esto es normal. Las extremidades tienden a enfriarse con más facilidad debido a que el cuerpo envía más sangre a los órganos vitales (corazón, cerebro y pulmones) primero.
Ahora bien, si siempre sientes las manos frías, incluso en temperaturas cálidas, esto puede ser un signo de algo más. He aquí algunas de las razones por las que podrías tener las manos frías.
#1 Hipotiroidismo
No es raro tener las manos heladas si tu glándula tiroides está fuera de control. La tiroides es, en esencia, el termostato del cuerpo, y cuando es poco activa como en el caso del hipotiroidismo, la mayoría de las funciones del cuerpo se cumplen a un ritmo más lento y puedes tener síntomas como fatiga, estreñimiento, aumento de peso y la sensación de tener siempre las manos frías.
#2 Problemas de circulación
Esto es probablemente lo que la mayoría de la gente piensa que las manos frías indican. Los problemas de circulación se pueden deber a una insuficiencia en el bombeo del corazón (como la insuficiencia cardiaca), a obstrucciones físicas del flujo sanguíneo (como el colesterol en las arterias) o bien a otras causas.
#3 Anemia
La anemia ocurre cuando tu cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos, o cuando la cantidad de hemoglobina en la sangre es baja. Uno de los resultados de la anemia en que el suministro de oxígeno disminuye, lo que puede causar manos frías.
Además de las manos frías, la anemia puede resultar en fatiga, dolor de cabeza, mareos, falta de aliento y piel pálida.
#4 Deficiencia de vitamina B12
La vitamina B12, que se encuentra en la carne, huevos, leche y otros productos lácteos, es importante en la formación de glóbulos rojos, cuya deficiencia, como ya vimos, puede ser la causa de que tengas las manos frías.
#5 Presión arterial baja
La hipotensión (o presión arterial baja) pueden ocurrir por una variedad de razones, incluyendo la deshidratación, la pérdida de sangre, ciertos medicamentos y algunos trastornos endócrinos.
Cuando la presión arterial es baja, los vasos sanguíneos reducen la sangre que envían a las extremidades y la dirigen hacia los órganos vitales; esto puede hacer que sientas las manos frías.
Aunque tener siempre las manos frías no parece ser algo de lo que debamos preocuparnos, siempre es prudente consultar con un médico para asegurarnos de que todo está bien. Ya conoces el dicho: «Más vale prevenir…».
iMujer