Prometí solemnemente portarme bien y hacer lo humanamente posible por no sacar las garras, pero no puedo seguir conteniéndome. Algo tengo que hacer para sacarme la espina del inconformismo femenino.
Mi desquite ante un mundo tan cuadriculado, ha sido el blog. Pero desde hace un tiempo había dejado de escribir sobre mi vida, sentimientos y situaciones porque mis amigos se “alarmaban” al verse entre mis historias, y como el bullying nunca ha sido lo mío. Empecé a escribir sobre otros temas, todo en positivo y más “inofensivos”. ¡HASTA HOY!
Hoy, me vale madre lo que digan todos. Si bien lo mío no es hablar. Mis letras saben hacer de todo por mí. Desde acariciar, besar e incitar, hasta cachetear y mandar al demonio lo que sea.
Decidida a la venganza. Resolví sacar unos minutos de mi tiempo para escribir en mi blog. Y empecé por el principio. Un título a quemarropa: “5 formas infalibles de matar pasiones”, porque los trapitos ahora se lavan al sol, ante la mirada curiosa de los lectores hambrientos de drama. Así que: “con su permiso caballeros”.
Espero tomen nota, porque de seguro aprenden algo nuevo.
1.-Ponerse preguntones: Demonios, ¿a quién se le ocurre hacer preguntas técnicas cuando una mujer le coquetea? alguien que se tome la molestia de explicármelo. Si alguna vez te ha pasado, sabes lo que es sentirse sexy, decidida a usar cualquier artimaña para seducirlo o alborotar su libido y que el muy genio no entienda la analogía, la indirecta o se ponga serio a preguntarte tonterías. Sientes como salen volando por la ventana tus bajos instintos ignorados. Al final, terminas por irte a pintar las uñas o leer un libro que es por mucho más entretenido.
Y para colmo terminamos siendo las locas
2.-Aterriza cariño: No entenderse bien por mensajitos de texto es fácil, porque cada quien le da el tono que mejor la parezca a la conversación, pero estando en vivo y directo hay acciones que matan pasiones y sin remordimiento de conciencia. Imagina la escena: Ella le habla cual Jessica Rabit con su mejor tono sensual, luciendo su mirada de juguetona esa que brilla con cierta antipatía, sensualidad y deseo. Porque seamos sinceras, los amores fresas ya pasaron de moda. La mantiene fija en ese tono altivo que dice “devórame” y muy muy ¡¡no lo entiende!!!
Y lo sabes, porque te cambia el tema inocentemente. Él ni se ha enterado que le coqueteas. Entonces viene la frustración, porque eso de ser directas no es cosa nuestra y cuando lo somos se asustan… Así que te despides de tu libido sexual y le sales con el ya trillado “no me toques” porque no hay nada más molesto en la vida que desperdiciar la energía sexual explicándole a tu media naranja, limón, maracuyá o la fruta que sea, lo que querías hacer. Eso te hace sentir rechazada aun cuando el muy muy ni se enteró de lo ocurrido.
Caballeros, hay un libro que se titula “El lenguaje del cuerpo”, les ayudará.
3.-Fatídicas interrupciones: Volvamos a cambiar de escenario. Y vayamos directo al campo de batalla cuerpo a cuerpo: la cama. Si lo que intenta es romper el récord giennense para matar pasiones en menos de lo que canta un gallo. Entonces hágale papito, llame por teléfono, luche por tres horas para sacar al perro del cuarto y vuelva todo lleno de pelos, y sobre todo haga todas las preguntas randoms que se le ocurra. Esa es la fórmula infalible para que se olvide que… “ah rayos, estábamos en un momento de lujuria y pasión”.
Nada más molesto que quedarse con la camisa arrugada. Es decir, que te alboroten la libido y plazzzz desaparezcan. Si no va a planchar, no arrugue. Así de simple.
4.-Excesos de información: En el manual sobre cómo entender a los hombres debería haber una sección completa que explique ¿por qué demonios hablan con tanta facilidad sobre detalles grotescos? y que además tenga un apéndice que argumente por qué lo hacen justo en los momentos sexys del día.
Puedes fingir demencia hasta el cansancio, “porque bueno son chicos”, pero llega un punto en el que la imagen visual de sus problemas de “reflujo” borran cualquier imagen sexy que tengas… y terminas por decir, “gracias pero no gracias cariño, se me quitaron las ganas”.
Ser natural está bien y somos adultos. Pero ¿qué rayos pinta esos temas en un momento de filteo, seducción o insinuación sexual? como diría mi mamá “todo tiene su momento en esta vida”.
5.-A lo que vamos: Bien lo dice Andrés López “Hágase desear”. Entre las cosas mata pasiones y antipáticas por excelencia están ir directo al sexo. Sin calentar motores, sin besito en el cuello, sin dar chance a nada.
Babean y el morbo se les sube a grados inimaginables cuando ven algunas de nuestras zonas erógenas tras un pronunciado escote o un descarado momento de lujuria, pero a la hora del té no saben qué hacer con todo eso en las manos…
Terminas por decir “caramba la imaginación supera por mucho a la realidad”, y terminas por tener una actitud apática, fría y desinteresada, que para colmo les ofende.
Ahora bien, sin temor a equivocarme en lo absoluto estoy segura que con este post muchas han hecho catarsis y ya podemos vivir en sana paz con el mundo. Porque bueno, muchas de estas acciones mata pasiones no son intencionales (y si lo son querida ese hombre no te quiere ni conviene) lo hacen (como dice Ana Von Rebeur) porque son tan simples que parecen complicados.
Verdadero o falso, el punto es que ellos tienen el fiel compromiso mejorar esta situación por el bien de la humanidad. La raza humana debe perpetuarse de alguna forma, y como bien dicen las leyes de evolución y adaptación “individuo que no se adapta perece”. Ya nosotras cumplimos con nuestra parte y estamos sobre poblando al mundo. Les toca a ustedes chicos hacer su parte.
Pezcuello.com