Comportamientos que aunque resultan comunes no son beneficiosos
Una nueva persona, una nueva ilusión… Comenzar a salir con alguien puede ser algo maravilloso, pero al mismo puede convertirse en una tortura si no sabemos cómo mantener todo bajo control ¿A qué nos referimos? Sigue leyendo y procura no sentirte identifica con estas conductas:
Piensas demasiado. Antes de contestarle un simple mensaje le das mil vueltas a tu cabeza para determinar cuál será la respuesta más adecuada. No importa si la pregunta es “¿qué haces?”, igual te tomas tu tiempo.
Analizas todo. Lo que dice, lo que hace. Pero sobretodo las cosas triviales que te comenta. “¿Qué habrá querido decir con eso”? “¿Será que está tratando de insinuarme…?” Cuando en realidad no hay un trasfondo.
Siempre hablas de él. Les cuentas a tus amigas sobre lo grandioso que es estar a su lado, sin importar que el tema de conversación fuera otro. Además, les consultas qué piensan de tu nuevo pretendiente.
Lo buscas en Internet. Tu historial es testigo de cuántas veces has revisado su perfil de Facebook, Twitter, Instagram… Está bien querer conocerlo más, pero investigarlo así no es la forma correcta de hacerlo.
Y rastreas a sus exnovias. Como si fuera poco, también te das a la tarea de revisar sus perfiles para crear en tu mente todos los escenarios posibles sobre por qué habrán terminado. Esto nunca es bueno. Nunca.
Recuerda que lo más importante al comenzar a salir con alguien es tomar las cosas con calma y darse tiempo de conocerse, sin presiones ni fantasmas del pasado. Si haces alguna de estas cosas, tómate unos minutos para entender que no es necesario que continúes haciéndolo.
Eme de Mujer