Para ti, la vida y la aflicción de cabeza son como las patatas fritas y la sal, o una buena película y las palomitas de maíz: no puedes concebir la una sin la otra. Pero, por si esas cosas de la vida, lo has olvidado, nosotras estamos aquí para recordártelo: esto no tiene por qué ser así. Una vida libre de dolor de cabeza es posible; solo tienes que comenzar a cuidar tu alimentación y tratar de eludir estas comidas.
#1 Café
Sin duda alguna, el café constituye una excelente alternativa para comenzar el día y, ¡tiene muchísimos beneficios para la salud! Pero, si es consumido en exceso puede generar dolores de cabeza. Esto se debe a que su cafeína tiene un efecto estimulante sobre el organismo que puede terminar por tensar los músculos y provocar un fuerte malestar.
#2 Cerveza de barril
Al igual que el resto de las bebidas alcohólicas, la cerveza (sobre todo si es de barril) potencia la deshidratación del organismo y dificulta la llegada de oxígeno al cerebro. Y estos efectos representan las garantías más perfectas para un buen dolor de cabeza.
#3 Carnes con nitratos
Más de un estudio científico sugiere que el consumo de carnes procesadas representan uno de los mejores atajos para sufrir dolores de cabeza. Este terrible efecto se le atribuye a los conservantes (nitratos y nitritos) que contiene este tipo de carnes. Así que procura mantenerte alejada de los perros calientes y las salchichas.
#4 Cambur
Quienes sean muy sensibles a la tiramina (que es un aminoácido presente en este alimento) pueden experimentar dolor de cabeza por consumir más de un cambur por día. Todavía no hay evidencias científicas que respalden este efecto, pero sí la experiencia de varias personas. Así que, ¡cuidado!
#5 Quesos añejos
Las bananas no constituyen el único alimento que posee tiramina: los quesos añejos no se quedan atrás. Por este motivo, si eres propensa a los dolores de cabeza, te recomendamos que moderes tu ingesta de quesos como el provolone, el queso azul y el cheddar.
Estos son las comidas que suelen estar detrás de los dolores de cabeza –cuando estos se deben a la alimentación, claro–. ¡Así que trata de evitarlos! La vida es demasiado bella como para pasar por ella con una cabeza doliente.
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