Sólo se necesita creatividad para convertir nuestro propio baño en un lugar donde surjan los más calientes instintos. Siguiendo cuatro consejos podrás convertir el momento de tomar una ducha en un momento de placer y mucho erotismo.
Una forma de no caer en la monotonía y rutina de pareja es sorprender, a él o ella, con algo que no espera, uno de ellos puede ser cuando llega la hora de tomar una ducha. Anímate a transformar ese momento, haz que pase de refrescante a ser erótico.
Las ‘previas’ funcionan más
El sexo en la ducha es engañoso: mejor haz del juego previo lo más importante, y que el sexo, en sí, sea únicamente un buen ‘rapidíto’. Recuerda que las posiciones incómodas durarán poco y acabarán con la diversión.
Prepara el baño
El agua elimina la lubricación natural, así que se recomienda usar un lubricante con base de silicón. Ten toallas a la mano, por si alguna parte de su cuerpo, como las rodillas, necesita una superficie suave para apoyarse. Compra un banco para ducha. Eso facilita posiciones como la de «perrito». Si el sexo húmedo será algo regular, compra algunas manijas de succión para pegarlas en paredes y tener soporte adicional.
Exitarla es tu trabajo
Algunas mujeres se preocupan porque no lucen bien cuando están mojadas. Dile lo sexy que se ve mientras la acaricias. Enjabona tus manos, lávala con caricias y enjuágala bajo el agua. Si cuentas con ducha de «teléfono», dásela. Una vez que fije el flujo y la temperatura, hazte cargo para que sus manos queden libres.
Colócate en posición
Trata de ubicarte detrás de ella. Ambos quedarán apoyados en sus pies y ella puede inclinarse para fijar el ángulo de penetración. Ya ves que no necesitas invertir mucho dinero o tiempo para sorprender a tu pareja. Sólo es cuestión de dejar fluir tu imaginación. ¡Exacto! llegó el momento de darse un ‘duchazo’.