Ya hace tiempo que las zapatillas salieron del entorno estrictamente deportivo para pisar la calle. Y prueba de ello es que se cuelan en todo tipo de estilismos, convirtiéndose en las reinas absolutas del streetstyle. Todo el mundo las lleva, y tú no ibas a ser menos. ¿La regla de oro para acertar con tus looks? Cuanto más llamativas mejor. Y en eso, las zapatillas de running se llevan la palma.
Pero más allá del terreno de la moda, hay otros motivos por los que (si aún no lo has hecho) deberías calzarte unas ‘zapas’ incluso cuando no haces deporte. De hecho, antes de nada, hay unas cuantas cosas que debes tener en cuenta a la hora de comprar cualquier tipo de calzado. Tal y como señala Helena Olsson, licenciada en Ciencias de la Actividad Física (INEF) y especialista en Running, “es importante que tengas en cuenta el tipo de pisada (pronador, neutro o supinador), el tipo de pie (normal, plano o cavo), el peso, el uso que les va a dar y cualquier mala experiencia anterior con otro tipo de calzado”.
Las zapatillas pueden convertirse en tus aliadas para soportar, tanto un día maratoniano de trabajo como una tarde non-stop de compras. Estas son las razones por las que no querrás separarte de ellas:
1. Tienen la amortiguación y la protección que necesitas. Es uno de los aspectos importantes que debes tener en cuenta a la hora de comprar zapatos, ya que la superficie de apoyo del pie es artificial. Las zapatillas de running están diseñadas para suavizar el impacto del suelo en los pies cuando caminas. Por lo que puedes estar tranquila, el dolor no podrá frenarte en tu día a día.
2. Son transpirables. Su tejido permite que el pie se mantenga seco, por lo que evitan el sudor y el mal olor. Así que no te preocupes, este tipo de calzado mantiene la higiene a raya.
3. Tienen una buena estabilidad. Esto quiere decir que mantienen la correcta alineación de los pies y, por tanto, del resto del cuerpo.
4. Son súper ligeras. Te olvidarás de que las llevas. Si vas todo el día de un lado para otro no querrás separarte de ellas, ¡son súper cómodas! Esto es porque se adaptan a tu pie. Recuerda que es fundamental que los zapatos sean igual de amplios (o más) para sentirte bien con ellos.
Fuente: Womens Health