Las autoridades filipinas determinaron que un hombre armado fue el responsable de la matanza de 36 personas en un casino de Manila, al incendiar mesas de juego en el abarrotado espacio, creando una asfixiante nube de humo.
El ataque hizo que cientos de personas salieran huyendo del complejo Resorts World Manila en la noche y derivó en una reivindicación de terroristas que según la policía carece de evidencia que la respalde.
Los bomberos hallaron los cuerpos de los fallecidos en salas llenas de humo, explicó el jefe de la policía metropolitana de Manila, Oscar Albayalde, que agregó que todos perecieron por asfixia e inhalación de humos. Ninguno de los cuerpos presentaba heridas de bala.
«Le habría disparado a toda la gente que estaba apostando ahí» de haber sido un acto terrorista, dijo el jefe de la policía nacional, el general Ronald dela Rosa. «Pero no hirió a nadie».
El incidente se produjo mientras fuerzas del gobierno siguen combatiendo a extremistas musulmanes alineados con el grupo Estado Islámico, que tomaron la ciudad sureña de Marawi la semana pasada.
De acuerdo a las autoridades, el atacante llenó una mochila con fichas de casino antes de huir, pero fue hallado muerto más tarde tras un aparente suicidio en un hotel adyacente.
Las autoridades sospechan que el motivo fue un robo. “O perdió en el casino y quiso recuperar sus pérdidas o se volvió completamente loco”, apuntó Albayalde, quien dijo que no ve vínculos con las operaciones en Malawi.
Las imágenes de las cámaras de vigilancia mostraron que el atacante ignoró a un miembro de seguridad que lo interrogó a la entrada del recinto, señaló Dela Rosa. No atacó al guardia, pero entró directo al área de apuestas, añadió.
El agresor robó fichas para apostar, disparó a televisores y prendió fuego a unas mesas de juego rociándolas de gasolina, según Dela Rosa. No estuvo claro cómo logró pasar un rifle de asalto y combustible a través de los dispositivos de seguridad, pero no disparó a ninguna de las personas que se encontró en su camino, agregó el funcionario.
Más de 70 personas sufrieron en su mayoría heridas leves al generarse una estampida para escapar. El único herido por una bala fue un guardia del complejo que se disparó accidentalmente cuando el sospechoso ingresó a la sala, señalaron las autoridades.
El sospechoso hablaba inglés pero no tenía ninguna tarjeta de identificación. Dela Rosa lo describió como un hombre “blanco con bigote” y de alrededor de 1,80 metros (6 pies) de estatura. El auto del hombre, que estaba en el estacionamiento, estaba siendo examinado, dijo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció las condolencias del pueblo estadounidense a Filipinas.
“Es realmente muy triste lo que está pasando en todo el mundo con el terrorismo”, dijo desde la Rosaleda de la Casa Blanca. Indicó que estaba “monitoreando la situación muy de cerca” y continuaría proporcionando actualizaciones.
Voz de América
Por Confirmado: Patricia Villegas