Tienes una cita y planeas 3 situaciones hot caseras que harán disparar su libido (y la tuya). Pero a veces, tus planes pueden acabar en verdaderos desastres
La fiesta de espuma
Desastre: Llenas la bañera con espuma, os metéis con todas las expectativas del mundo tu chico y tú en un baño que se antoja de lo más placentero y sensual, y se le ocurre la feliz idea de activar el jacuzzi. Tu baño se convierte en la fiesta de la espuma de una discoteca de verano. Se desborda el agua, la espuma y se acaba el momento más hot del día.
Solución: Olvídate de la espuma y acaricia su cuerpo con una pastilla artesanal de jabón con tu esencia preferida.
A la luz de las velas
Desastre: La noche promete y quieres crear un ambiente íntimo con luz tenue. Decides hacer un caminito de velas para guiar a tu chico a vuestro nidito de amor, pero un inoportuno pañuelo de seda se cruza en una de ellas y mientras estáis en plena pasión se desata una hoguera inesperada en el salón. Una vez sofocada la minifogata, tu libido por los suelos. Adiós a tu noche más esperada.
Solución: La próxima vez, indica el camino con pétalos de flores (¿muy cursi?), o prueba con guirnaldas de led, que no se calientan y quedan genial por la casa.
Momento masaje
Desastre: Has quedado con tu chico y quieres que se relaje después de un día agotador de trabajo. Le invitas a que se tumbe en la cama y le preparas un ungüento a base de flores con el que le vas a dar el masaje de su vida. Estás manos a la obra sobre su espalda y observas espantada como brota de su cuerpo un sarpullido que le empieza a volver loco y no precisamente de placer. Horror, ¡le ha dado una reacción alérgica! Corriendo a urgencias.
Solución: Ya sabes, la próxima cita, dale el masaje con la Nivea de toda la vida (…si se deja)
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