Imagina que han estado saliendo durante ya algún tiempo y no se han estado viendo con otras personas, pero todavía no han tenido la conversación sobre “¿a dónde va la relación?”. ¿Cómo de seria es? Con ello, dudas en qué estado estás. Desde el punto de vista de la mujer lo mejor parece no comentar nada por el miedo de los hombres a la estabilidad.
¿Se ha perdido el romanticismo? Es necesario hablar
Así, una opción puede ser decirle a tu pareja que necesitas saber en qué punto estáis ya que tú lo que quieres es una relación estable y duradera y no quieres andar con juegos.
No tienes que darle un ultimátum. Solo hazlo saber aquello que es importante para ti en el tema amoroso.
Ha desaparecido el romanticismo.
Es viernes por la noche y estáis sentados en frentes de la tele… Otra vez.
Cuando se lleva algún tiempo juntos es normal que los hombres se empiecen a olvidar de que a las mujeres les gustan que las sigan conquistando y enamorando aunque ya estéis juntos.
Para recuperar el romanticismo, tendrás que inspirar un poco a tu pareja. Por ejemplo, organiza una noche con todas aquellas cosas que te gustaría que él hiciera por ti: una cena a la luz de las velas, un paseo por el parque o cualquier cosa que te haga ilusión. Al final de la noche dile que a la próxima semana le toca a él.
Una vez que tu pareja capte el mensaje de la ilusión que te hace hacer planes juntos, el romanticismo ya estará presente de nuevo en vuestra relación.
El sexo rutinario.
¿Ha sido poco emocionante el sexo las últimas veces? ¿La excitación sigue pero no estáis probando nada nuevo? Si te ves reflejado, no te preocupes ya que es una situación bastante común en relaciones duraderas. Los hombres, una vez que encuentran los movimientos con los que te hacen disfrutar más, puede tener miedo de probar cosas nuevas que quizá no te gusten.
Esto tiene fácil solución ya que lo único que tienes que hacer es susurrarle al oído aquello que te apetece probar. Así, entre el momento de excitación y tu deseo por que te haga algo diferente, la rutina será cosa del pasado.
Fuente: Cosmopolitan