3 Razones para no consumir soja

3 Razones para no consumir soja

Sin duda, habrás leído en miles de lugares que la soja es uno de los alimentos más sanos que hay. Sin embargo, existen algunas razones para no comer productos con soja, y hoy queremos explicarle el por qué. No quiere decir que no se pueda comer nunca, pero el hábito regular del que hacemos hoy en día no es lo mejor para nosotros. ¿Quieres saber por qué? Entonces, sigue leyendo.

 

 

#1 La soja interrumpe nuestro funcionamiento hormonal sexual

 

La soja es conocida por ser un fitoestrógeno, es decir, tiene compuestos que imitan el estrógeno natural del cuerpo. Si bien esto puede ser beneficioso para las mujeres post-menopáusicas, es realmente negativo en bebés, niñas y mujeres jóvenes.

 

En un bebé, consumir leche de soja equivale a 10 pastillas anticonceptivas al día –100 gramos de soja equivalen a una pastilla–, y como no pueden manejar la sobrecarga hormonal pueden sufrir una pubertad demasiado temprana o un desarreglo endocrino permanente. Los niños pueden tener un mayor riesgo de cáncer de testículo, mientras que las pequeñas de sufrir cáncer de ovario y mama. También hay una relación entre el consumo de soja y el menor conteo de espermatozoides a edad temprana.

 

Dado que hoy en día tenemos una infinidad de enfermedades hormonales cada vez más comunes, puede que la soja sea uno de los problemas de nuestra alimentación.

 

 

#2 La soja hace daño a la tiroides

 

La tiroides es parte fundamental del sistema endocrino, y también se ve afectada por los fitoestrógenos de la soja. Tienen un efecto bociógeno, es decir, deprimen la producción de la hormona tiroidea, ralentizan el funcionamiento de la glándula y agrandan su tamaño. Estos hechos llevan al hipotiroidismo.

 

 

3# La soja tiene anti-nutrientes

 

Los anti-nutrientes son compuestos químicos que previenen que los nutrientes sean absorbidos por el cuerpo. Dos ejemplos claros son los inhibidores de la proteasa y los fitatos.

 

Los primeros no permiten la correcta digestión de las proteínas por el sistema digestivo, lo que hace que el páncreas trabaje más de lo necesario. Los inhibidores de la proteasa se encuentran sobre todo en la soja cruda, por lo que al cocinarse pierde parte de su efectividad.

 

Los fitatos, por su parte, actúan como un imán para varios minerales –especialmente calcio, magnesio, hierro y zinc–, evitando la absorción por el organismo. Aunque puede ayudar al cuerpo a librarse de metales pesados como el plomo o el mercurio, esta limpieza es algo realmente negativo, especialmente para aquellas personas que sufren de malnutrición.

 

 

¿Qué pasa en los países asiáticos?

 

Sabemos que en los países asiáticos el consumo de alimentos hechos a base de soja es mayor, por eso es normal sorprenderse de las contras que tiene este alimento.

 

Hay dos factores a tener en cuenta en estos casos: para empezar, las culturas asiáticas suelen consumir la soja en sus formas fermentadas –salsa de soja, miso, tempeh–, de forma que los anti-nutrientes son menores. Además, consumen estos alimentos en pequeñas cantidades, generalmente como salsas y condimentos, y no como plato principal.

 

 

Fuente: imujer

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