¿A quién no le gusta el tomate? La vivacidad de su color, la suavidad de su superficie y la frescura de su sabor son capaces de seducir hasta al más grande de los escépticos. Además, el tomate es un alimento muy versátil; con el puedes preparar ensaladas, salsas y hasta jugos. ¿Alguna vez los has probado? Quizá, es hora de que empieces, porque el jugo de tomate posee muchos beneficios.
Licopeno
Este es el principal compuesto orgánico del tomate y es muy bueno para prevenir el cáncer de mama, de pulmón, de páncreas y el de próstata. Además, por su gran riqueza de antioxidantes, es el aliado ideal para retrasar el envejecimiento.
Vitaminas y minerales
Una taza de jugo de tomate te dará el 74% de la vitamina C y el 2% de la vitamina A que debes consumir a diario. Estas vitaminas fortalecen al sistema inmune, destruyendo los radicales libres de la sangre que dañan las células. Otros nutrientes que contiene esa fruta son: potasio, magnesio, hierro y fósforo.
Colesterol
El tomate es muy bueno para disminuir los niveles de colesterol y eliminar las grasas de nuestro cuerpo. Esto se debe a que es muy rico en fibras y en B3. Estos nutrientes, conjuntamente con el B6, protegen a nuestro corazón y ayudar a prevenir enfermedades cardíacas.