Desde que se cerró el paso fronterizo de Paraguachón, hay mercancía retenida del lado colombiano esperando su traslado a Venezuela. Se evalúa la posibilidad de trasladar los productos al puerto de Barranquilla para su ingreso al país. Esto elevaría considerablemente el precio de los artículos por el costo adicional del transporte. Así lo afirma Carlos Dickson, presidente de Fedecámaras-Zulia.
Germán Arcaya, presidente de la asociación aduanera del estado Zulia, dio las cifras: Por la frontera pasaban regularmente entre 100 y 150 camiones diariamente de productos como crema dental, jabón en polvo y de baño, caramelos, telas, pañales desechables, monómeros, semillas de maíz, medicinas, además de mercancía para proyectos como la misión Vivienda y el Metro de Los Teques. Del lado colombiano están unas 250 gandolas con esos productos. Las plantas dejaron enviar vehículos por el temor a posibles robos. Productos químicos y asfálticos quedaron retenidos de la parte venezolana de la frontera.
Dickson asegura que no le ve sentido a la posible extensión del estado de excepción a otros siete municipios del estado Zulia. “No hay ningún paso fronterizo en los otros siete municipios, entonces ¿por qué tendría que haber un estado de excepción y aumentar las restricciones a las garantías constitucionales? Propone que se mantenga un mayor control por parte de las fuerzas públicas y que no permita el trasiego de mercancía.
Las cámaras de comerciantes afiliadas a Consecomercio ratificaron su desacuerdo con la manera en la que el Gobierno nacional y regional llevan el cierre fronterizo. Cipriana Ramos, presidenta de Consecomercio, explica que los venezolanos son los que se ven mayormente afectados por la restricción.
Para Ramos, uno de los mayores problemas radica en que se cerraron todas las vías y las aduanas legales, pero las trochas continúan activas. La acción limitaría el intercambio comercial en las fronteras más dinámicas de América Latina, que son las de Táchira y Zulia con Colombia.
Gilberto Gudiño Millán, presidente de la Ucez, rechaza que para corregir el problema se continúen atacando las consecuencias de un problema de políticas económicas fallidas y no las causas. Ejemplifica con el caso de los cuatro controles de cambio que se manejan en Venezuela, con los que existen dos escenarios; sostiene que se consiguen productos excesivamente baratos o excesivamente económicos por la distorsión cambiaria.
“Nadie niega que exista una situación complicada en la frontera”, explica Gudiño Millán. Estima que se experimentan pérdidas de cinco 10 millones de dólares diarios. Indica que los objetivos tampoco fueron alcanzados, pues se ven la misma cantidad de personas en cola pues no hay suficiente producción para abastecer al país.
“Nunca habíamos tenido estos niveles de desabastecimiento que obedecen básicamente a esa trampa ideológica en la que anda sumergida el gobierno de Venezuela”, explica Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras. El líder gremial considera que se le niega al pueblo la posibilidad de tener mejores estándares de vida por la implementación de “un modelo fracasado en todas partes del mundo a lo largo de la historia”. Espera que un acuerdo nacional haga renacer y florecer la economía venezolana.
Fuente: Laverdad