El principal banco de Estados Unidos, JP Morgan Chase, reportó este viernes unos beneficios netos de 37.676 millones de dólares en 2022, un 22% menos respecto al año anterior.
La facturación acumulada del ejercicio, en cambio, aumentó un 6% interanual y se situó en 128.695 millones de dólares, según un comunicado.
Las cuentas anuales del banco estuvieron lastradas por la acumulación de reservas contra impagos crediticios (unos 6.400 millones de dólares) pese a que se ha visto generalmente favorecido por las subidas de las tasas de interés.
En el cuarto trimestre, el más seguido por los analistas de Wall Street, la entidad ganó 11.008 millones de dólares, un 6% más respecto al mismo periodo de 2021, y los ingresos ascendieron a 34.547 millones de dólares, un 18% más.
En los últimos tres meses, la empresa apartó unos 1.400 millones de dólares para reservas y se anotó cargos crediticios de US$887 millones, ante lo que indicó que su perspectiva se ha «deteriorado moderadamente» y que baraja ahora un escenario de «recesión suave» en EEUU.
El máximo ejecutivo de la compañía, Jamie Dimon, indicó en la nota que la economía «permanece sólida actualmente, con los consumidores aún gastando su exceso de efectivo y los negocios sanos», pero advirtió de una serie de riesgos.
«No obstante, seguimos sin saber el efecto final de las dificultades derivadas de tensiones geopolíticas incluyendo la guerra en Ucrania, el estado vulnerable de los suministros energéticos y de comida, la inflación persistente que está erosionando el poder adquisitivo y que ha impulsado unas tasas de interés más altos, y el ajuste cuantitativo sin precedentes (de la Reserva Federal)», agregó.
En el desglose del último trimestre por secciones, la banca al consumidor fue la más rentable (4.500 millones, un 10% más) mientras que la banca de inversores destacó por su bajada (3.300 millones, un 27% menos).
El Universal
