Como parte de su política monetaria astringente, destinada a moderar las presiones provocadas por la liquidez monetaria, el Banco Central de Venezuela ha colocado unos 21.400 millones de bolívares en títulos de inversión «Directo BCV», en lo que va de año.
El ente emisor ha enfocado su política monetaria a tratar de limitar las presiones que pudiera ejercer sobre la economía el exceso de liquidez.
De acuerdo con sus cifras, la liquidez monetaria o medios de pago de la economía, ha experimentado una expansión del orden de 44,5%, con lo que su saldo se ubicó, al 21 de este mes, en 2,9 billones de bolívares, cifra que recoge un aumento de 890 mil millones de bolívares.
Este crecimiento se produjo en un ambiente en el que las reservas internacionales, principal fuente de la liquidez, se han reducido. De hecho, el saldo de las reservas internacionales se ubicó en 16.513 millones de dólares al 27 de agosto último, lo que representa una contracción de 5.567 millones, respecto al saldo de cierre de 2014.
Antes bien, en el cumplimiento de los objetivos de política monetaria de garantizar el equilibrio y evitar que las presiones indebidas derivadas de un exceso de liquidez, el ente emisor ha venido acentuando su política de colocación de títulos para esterilizar temporalmente la liquidez excedente. Tal acción la ha realizado, entre otros mecanismos, a través de la subasta de bonos «Directo BCV».
Ello ha supuesto el aumento de la frecuencia de las subastas y, más recientemente, la ampliación del monto a colocar.
En lo que va de año, el Banco Central ha realizado 34 subastas de bonos «Directo BCV» por 600 millones de bolívares, cada una. El monto se amplió a mil millones, con ocasión de la colocación de esos títulos que se realizará este miércoles.
Entre las razones que figuran para aumentar las colocaciones, está el hecho de que el propio mecanismo representa un aumento indirecto de la liquidez, a través del pago de intereses por los bonos. De allí la necesidad de hacer cabalgar los vencimientos de los títulos y combinarlos con una mayor colocación.
Los títulos tienen rendimientos de entre 16,5% y 17,0% anual. Por consiguiente, al producirse el rescate, el instituto emisor debe entregar a los tenedores el importe del principal, más los intereses causados.
Eso forma parte del costo que debe asumir la autoridad monetaria por alcanzar los objetivos que se plantea en su política. Los especialistas suelen aconsejar otras medidas, en el campo fiscal, para actuar sobre los excesos de liquidez.
El Universal