Archive for agosto 29th, 2025

« Anterior |

España propondrá a la UE la adopción de un plan para “romper” la hambruna en Gaza

Posted on: agosto 29th, 2025 by Super Confirmado

Madrid, 29 ago (EFE).- España propondrá en la reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) en Copenhague un plan para “romper” la hambruna inducida por Israel en Gaza y que está poniendo en peligro la vida de miles de gazatíes, entre ellos niños y bebés.

Así lo indicó este viernes el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en unas declaraciones facilitadas por el Ministerio antes de asistir a la reunión en la capital danesa, en la que se hablará este viernes y sábado sobre la guerra en Ucrania y la situación en Oriente Medio.

Se trata de un momento “crucial” para España y para Europa “en el que se tiene que oír nuestra voz en defensa de la paz, del derecho internacional, de las Naciones Unidas y de todo aquello que somos los europeos”, aseguró Albares.

Por ello, respecto a la situación en Gaza, el ministro apostó por ampliar la lista de sancionados “a todos aquellos que quieren malograr” la solución de los dos Estados que, señaló, “traerá paz y estabilidad a Oriente Medio” y por garantizar que nadie en la UE venda armas a Israel para continuar la guerra.

También destacó la necesidad de apoyar a la Autoridad Palestina para que no se la asfixie económicamente, por lo que consideró que el respaldo financiero de la UE es “absolutamente vital”.

Respecto a Ucrania, el responsable de la diplomacia española destacó que Rusia no da ningún signo de querer un alto el fuego y por eso ha pedido que se redoble el apoyo de la UE en defensa de los ucranianos porque la seguridad de ese país es también la de Europa.

“Y porque el agresor no puede tener premio, a no ser que queramos un mundo más inestable”, advirtió Albares, quien indicó que en las próximas semanas “Europa se juega su alma; sus intereses pero también sus valores, quienes somos en el mundo y como nos perciben”.

El encuentro de Copenhague dedicará dos sesiones de trabajo a Ucrania: una sobre el aumento de sanciones a Rusia y otra sobre los activos congelados; sobre la situación en Oriente Medio se tratará también la solicitud de Suecia y Países Bajos de que la UE adopte medidas más duras contra Israel y el grupo palestino Hamás. EFE

William H. Janeway: ¿Qué quedará después de las burbujas de la inteligencia artificial y las criptomonedas?

Posted on: agosto 29th, 2025 by Super Confirmado

CAMBRIDGE – La cadena de suministro de capital se está viendo distorsionada en la actualidad por tres fenómenos. Los dos primeros son burbujas especulativas, que podrían extenderse del sector financiero a la economía real (siguiendo el patrón de episodios similares de los últimos 400 años). El tercero es una sacudida sin precedentes del Estado, que está afirmando un papel sin precedentes dentro de nuestra ya compleja economía política.1

La cadena de suministro de la innovación estadounidense surgió durante la Segunda Guerra Mundial y evolucionó a lo largo de tres generaciones. El dinero fluía de las instituciones federales a las universidades de investigación, donde financiaba la investigación científica y la innovación tecnológica. A su vez, las universidades servían de correas de transmisión para la economía comercial, concediendo licencias de su propiedad intelectual a empresas establecidas y, especialmente, a startups respaldadas por capital riesgo. Pero desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, este sistema, que apuntaló el liderazgo mundial de Estados Unidos en ciencia y tecnología durante generaciones, se ha visto trastocado.

Problemas con las burbujas

Consideremos primero las burbujas. Los mercados financieros -tanto públicos como privados- muestran actualmente signos de dos frenesíes especulativos paralelos: uno en activos de criptodivisas, y otro en acciones de empresas relacionadas con la IA. El mercado de las criptomonedas es una burbuja por definición, porque no existe una fuente fundamental de valor subyacente. Estos activos no generan flujos de caja para quienes los poseen; su valor actual depende de la expectativa de un mayor valor de reventa. Un buen paralelismo es la manía holandesa de los tulipanes durante la década de 1630, cuando el objeto de la especulación carecía igualmente de cualquier sustento fundamental.

El ciclo de exageración de la IA es una especie más común de burbuja. Una vez más, ha surgido una tecnología innovadora cuyas consecuencias económicas fundamentales a largo plazo no pueden conocerse de antemano. Es posible que la burbuja ya haya alcanzado su punto álgidocon el anticlimático lanzamiento este mes del modelo GPT-5 de OpenAI, pero sólo el tiempo lo dirá.

Una característica común de ambas burbujas es que los inversores han estado dispuestos a pagar valoraciones superpremium por valores con una liquidez mínima y sin derechos de gobernanza. El flujo de fondos -tanto de inversores minoristas como institucionales- hacia activos ilíquidos altamente especulativos ha alcanzado una escala sin precedentes. Ambas burbujas surgieron originalmente de un entorno financiero extraordinario: tipos de interés reales negativos y rendimientos reales negativos de los activos sin riesgo. Una vez que empezaron a inflarse, se puso en marcha toda la dinámica habitual, impulsada por el miedo de los inversores a perderse algo.

La primera ley de las burbujas financieras es ésta: es fácil saber cuándo se está en una, pero difícil saber cuándo estallará. Aun así, los estudiosos del tema han identificado tres señales que suelen marcar el principio del fin. La primera es cuando la curva de demanda se invierte, lo que significa que la demanda aumenta a medida que suben los precios. Dos economistas financieros muy respetados, José Scheinkman, de la Universidad de Columbia, y Hyun Song Shin, del Banco de Pagos Internacionales, llamaron la atención sobre la aparición de este fenómeno durante la burbuja de Internet y las puntocom de finales de los noventa y en el periodo previo a la crisis financiera mundial de 2008.

La segunda señal se produce cuando el aumento exponencial del precio provoca nuevas ofertas, ya que muchos otros intentan entrar en acción. Incluso en el mundo digital, se tarda más en generar un nuevo activo que en mover el precio. En el caso de las criptomonedas, los movimientos de precios son instantáneos; del mismo modo, los mercados de capital privado se mueven mucho más rápido de lo que puede hacerlo cualquiera que espere construir un nuevo modelo de gran lenguaje (LLM). Por último, en las fases terminales de una burbuja, la demanda se nutre cada vez más de inversores aficionados y desinformados.

Caminos divergentes

Las tres señales parecen parpadear en rojo en los mercados de criptomonedas e IA. Pero es probable que los caminos de la IA y las criptomonedas sean divergentes, al menos en cuanto a los catalizadores que harán estallar las burbujas.

El precio de las criptomonedas depende, por supuesto, de la demanda, que puede provenir de un aumento de las compras por parte de los tenedores existentes y de nuevos compradores. El aumento de la demanda gira en torno al programa activista de desregulación de la administración Trump, una agenda que es imposible separar de la corrupción sin precedentes de la administración (a través de la emisión de meme coins presidenciales y similares). Por lo tanto, la continuación de la carrera de las criptomonedas parece depender de que Trump y su camarilla conserven el poder político. Teniendo en cuenta todos los recursos que la industria criptográfica ha invertido en grupos de presión y financiación de campañas, este apuntalamiento político puede estar asegurado hasta las elecciones de mitad de mandato de 2026 e incluso más allá.

La burbuja de la IA es diferente. Tarde o temprano, las altas valoraciones actuales requerirán el apoyo de los fundamentos subyacentes. Eso significa generar flujos de caja positivos a partir de las enormes inversiones que se están realizando en infraestructura informática (centros de datos y similares). A diferencia de las criptomonedas (y de los bulbos de tulipán holandeses de hace 400 años), quienes apuestan por la IA necesitan un modelo de negocio económicamente sostenible.

Es cierto que algunas empresas y emprendedores han identificado aplicaciones económicamente relevantes y comercialmente rentables para la IA. Pero para que las valoraciones actuales de la IA sean remotamente sostenibles, deben cumplirse dos condiciones. En primer lugar, las aplicaciones de la IA deben tener una escala suficiente para generar flujos de caja que validen los ingentes fondos invertidos. En segundo lugar, e igualmente importante, la economía debe permitir un equilibrio estable, con un flujo de caja positivo para los proveedores competidores.

Cumplir la segunda condición podría ser un problema. Dado que los costes fijos necesarios para ofrecer servicios de IA dominan el coste marginal de cada unidad de servicio, la economía es desalentadora. Cuando el precio tienda hacia el coste marginal, todos los actores perderán dinero. Por eso, las revoluciones tecnológicas anteriores a menudo han madurado hasta convertirse en un oligopolio estable (difícil de mantener) o en un monopolio regulado.

Las historias de los ferrocarriles, la electrificación e Internet son relevantes en este sentido. Cada una de ellas requirió inversiones masivas en infraestructura física antes de que nadie hubiera descubierto aplicaciones viables y escalables para la nueva tecnología. Hoy damos por sentadas estas industrias, olvidando que su evolución se caracterizó por quiebras en serie y una amplia gama de intervenciones estatales de apoyo para proteger a los competidores de sí mismos. Como suele ocurrir, las respuestas individuales racionales a los incentivos generaron fallos de coordinación enormemente destructivos. A pesar de todo, los flujos masivos de capital especulativo financiaron la construcción de estas redes de transformación en un proceso salpicado de crisis financieras episódicas.

En el caso de la IA, lo que el analista Nicolas Colin denomina la “pila de energía informática” es el equivalente de las vías férreas, las centrales eléctricas y las redes de distribución, y los cables de fibra óptica y las granjas de servidores de los dos siglos anteriores. Una vez más, el capital debe fluir primero hacia activos cuyo valor económico no puede conocerse de antemano. Que la burbuja de la IA produzca resultados a largo plazo, económicamente estables y financieramente gratificantes sin discontinuidades disruptivas no tendría precedentes en la historia del capitalismo.

Matar la gallina de los huevos de oro

Durante el siglo XX, la cadena de suministro de capital para financiar la ciencia y la tecnología de vanguardia experimentó una transformación institucional. Hasta la década de 1980, los laboratorios de investigación industrial financiados por los beneficios monopolísticos de los grandes monopolios tecnológicos – DuPont, AT&T, GE, IBM, Xerox – desempeñaron un papel fundamental en el sistema de innovación estadounidense. Pero en 1982, la Comisión del Mercado de Valores creó una aplicación alternativa para las rentas del monopolio cuando dictaminó que las recompras de acciones no constituyen “manipulación del mercado”. Desde entonces, este uso particular del efectivo no ha hecho más que crecer. En 2024, el total de recompras por parte de las empresas públicas estadounidenses alcanzó los 942.500 millones de dólares, más de un 50% superior a la inversión empresarial agregada en investigación y desarrollo.

Por supuesto, en la década de 1980, la movilización de la ciencia por parte del gobierno federal para ganar la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, así como para lanzar una “Guerra contra el Cáncer”, había madurado, compensando así la retirada de los antiguos monopolios tecnológicos. Pero eso nos lleva al tercer acontecimiento, el más perjudicial: el asalto sin precedentes de la administración Trump a la empresa de investigación científica estadounidense.

A su regreso a la Casa Blanca, Trump no perdió tiempo en atacar a organismos de financiación estratégicos como los Institutos Nacionales de Salud y la Fundación Nacional de la Ciencia, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA-E) del Departamento de Energía y la Oficina de I+D de la Agencia de Protección Medioambiental. Y lo que es peor, está combinando estos recortes con un ataque frontal a las universidades de investigación que durante tanto tiempo han generado los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos que sustentan la competitividad estadounidense. Estas instituciones están siendo ahora paralizadas.

Orquestado por el director de la Oficina de Gestión y Presupuesto, Russell Vought, este programa de destrucción se adelantó públicamente en el tristemente célebre Proyecto 2025 de la Fundación Heritage de extrema derecha (de la que Vought ayudó a ser autor). Aunque el propósito aparente es extirpar los programas de diversidad, equidad e inclusión y cualquier esfuerzo por abordar el cambio climático, la misión más profunda es deshacer el legado del New Deal y devolver a Estados Unidos a la economía política de los años veinte. Sólo el Departamento de Defensa quedaría más o menos intacto.

Aunque es imposible cuantificar las consecuencias a largo plazo de este programa, no cabe duda de que son malas noticias para la economía estadounidense y para la población de todo el mundo. La economía de la innovación estadounidense ha proporcionado un progreso material a una escala nunca vista en la historia de la humanidad; pero ahora está siendo sistemáticamente paralizada.

¿Adónde va el capital riesgo?

Las burbujas de las criptomonedas y la inteligencia artificial no sólo surgieron antes de esta embestida, sino que también surgieron en gran medida fuera del ciclo convencional de capital riesgo que Paul Gompers y Josh Lerner, de la Harvard Business School, documentaron en lo que ahora es un texto canónico de la industria. Aunque ha habido algunas empresas de criptomonedas respaldadas por capital riesgo, como Coinbase, y algunas empresas de capital riesgo, como Andreessen Horowitz, que se han establecido agresivamente como defensores de las criptomonedas, la mayor parte de la financiación ha procedido de inversores minoristas.

Ahora, el potencial de patrocinio institucional, gracias a la desregulación, ha dado nueva vida a la especulación minorista en cripto. En ausencia de un vigoroso patrocinio estatal, ya sería obvio que esta especulación ha alcanzado el límite autodestructivo de cualquier esquema Ponzi. No hay más que ver la proliferación de empresas de “criptotesorería”, un modelo del que fue pionera MicroStrategy (recientemente rebautizada como Strategy). Su criptocultista fundador y presidente ejecutivo, Michael Saylor, parecía haber creado una máquina de movimiento perpetuo, financiando la compra de Bitcoin mediante la obtención repetida de capital sobre la base de una valoración en el mercado público que era un múltiplo del valor de los Bitcoin que adquiría. Decenas de aspirantes han seguido su ejemplo, pero muchas cotizan en los mercados públicos con un descuento respecto a sus cripto participaciones, y las acciones de Strategy cayeron un 15% en agosto. En otras palabras, han generado la segunda señal mencionada anteriormente (cuando los precios inflados llaman a una nueva oferta).

Por el contrario, la financiación de los activos reales subyacentes a la burbuja de la IA ha procedido en su mayor parte de las grandes empresas de plataformas tecnológicas. Algunas sociedades de capital riesgo han tratado de participar en la burbuja de la IA, incluso cuando para ello era necesario suspender la adhesión a los principios de valoración y gobernanza de las sociedades de capital riesgo. Durante la primera mitad de 2025, OpenAI recaudó nada menos que 40.000 millones de dólares de una mezcla de fuentes lideradas por el famoso inversor de la burbuja SoftBank. En el segundo trimestre, cinco operaciones casi de capital riesgo recaudaron más de 1.000 millones de dólares para empresas relacionadas con la IA.

Dentro del mundo del capital riesgo, las salidas y distribuciones (realización de beneficios y asignación de los mismos a los inversores) han sido mínimas durante cuatro años consecutivos, y el propio sector se ha bifurcado. Por un lado, están las empresas que han decidido mantenerse fieles a su misión heredada restringiendo su tamaño y buscando una participación sustancial en la gobernanza de los proyectos en fase inicial; por otro, están las que se han transformado en captadores de activos y recaudadores de comisiones a escala de capital privado. Para el sector en su conjunto, la inversión cada vez más centrada en la IA ha drenado el “polvo seco” de los fondos recaudados en los años Unicornio hasta 2021.

Incluso cuando el régimen financiero más amplio se ha normalizado desde la era anterior a 2021 -cuando las políticas monetarias no convencionales habían creado un entorno hiperespeculativo-, la futura arquitectura del capital riesgo sigue siendo incierta. No se trata sólo de que las burbujas de las criptomonedas y la inteligencia artificial deban agotarse por sí solas. Más fundamentalmente, el sector ya no puede contar con la cadena de suministro estratégico de innovación orquestada por el Estado estadounidense. Muchos de los eslabones de esa cadena están siendo debilitados o rotos por la administración Trump.

El modelo de capital riesgo nació en Estados Unidos, pero su futuro puede estar en China y Europa. El papel estratégico que ha desempeñado durante mucho tiempo en su territorio disminuirá a medida que se agote el flujo de tecnologías transformadoras basadas en la ciencia. Se necesitaron tres generaciones para construir esa cadena de suministro. Reconstruirla no será fácil.

William H. Janeway is a distinguished affiliated professor in economics at the University of Cambridge and author of Doing Capitalism in the Innovation Economy (Cambridge University Press, 2018).

 

Project Syndicate

 

Alemania: el desempleo supera los tres millones de personas

Posted on: agosto 29th, 2025 by Super Confirmado

Las vacaciones de verano y la debilidad económica han hecho que el desempleo en Alemania alcance su nivel más alto en muchos años.

En agosto de 2025, el número de desempleados aumentó en 46 000 personas con respecto al mes anterior, hasta alcanzar los 3,025 millones. Según informa la Agencia Federal de Empleo de Núremberg, esto supone 153 000 personas más que en agosto de 2024.

Las vacaciones de verano no explican por sí solas esta evolución. “El mercado laboral sigue estando marcado por la recesión económica de los últimos años”, comentó al respecto la presidenta del consejo de administración de la Agencia, Andrea Nahles. “Aunque también es cierto que ya hay los primeros indicios de estabilización”.

Cifra no alcanzada desde 2015
En verano, suelen aumentar las cifras de desempleo porque las empresas contratan menos antes de las vacaciones y finalizan los contratos de formación. Aun así, las cifras de agosto no eran tan altas desde hace años. La última vez que el número de desempleados superó la barrera de los tres millones fue en febrero de 2015.

La tasa de desempleo más alta se encuentra en las ciudades-estado de Bremen (11,8 por ciento) y Berlín (10,5 por ciento), mientras que la más baja está en los estados federados del sur, Baviera (4,2 por ciento) y Baden-Wurtemberg (4,7 por ciento).

DW.

Marco Rubio viajará a México y Ecuador la próxima semana

Posted on: agosto 29th, 2025 by Super Confirmado

El secretario de Estado Marco Rubio viajará a México y Ecuador la próxima semana, dos visitas en las que busca avanzar en temas clave para el Gobierno de Estados Unidos, como la lujcha contra el narcotráfico y la inmigración ilegal, la reducción del déficit comercial y contrarrestar la influencia de China en Latinoamérica, se informó oficialmente el jueves.

Este viaje se produce cuando Washington refuerrza su lucha contra grupos criminales con conexiones transnacionales, desde los carteles mexicanos a la banda transnacional Tren de Aragua o el Cartel de los Soles, ambos con origen en Venezuela, mientras la tensión está disparada ante el nutrido despliegue militar estadounidense en el Caribe para combatir el tráfico de drogas.

En México está previsto que Rubio converse sobre el nuevo acuerdo de seguridad bilateral, que busca mayor coordinación para combatir el flujo de narcóticos hacia EE.UU., especialmente fentanilo, y el de armas hacia México para cortar el suministro de los carteles.

En Ecuador, la visita se enfocará en ”contrarrestar a los actores malignos extracontinentales”, según explica un comunicado del Departamento de Estado publicado este jueves, en referencia a los compromisos adquiridos por Ecuador con China.

Rubio aterriza el 2 de septiembre en la capital mexicana, donde está previsto que se reúna con la presidenta Claudia Sheinbaum.

Según un representante del Departamento de Estado, no se espera la firma de un documento relacionado con el acuerdo de seguridad exhaustivo, sino más bien la designación de una serie de «pasos adicionales para implementar en mayor profundidad el marco acordado en febrero”.

El marco mencionado se centraba en el respeto a la soberanía y la integridad territorial de cada país y mecanismos para fomentar la confianza y la cooperación bilateral.

En materia de inmigración, Washington busca atajar los cruces fronterizos ilegales a EE.UU. de ciudadanos mexicanos, después de que las políticas del Gobierno Trump han desincentivado a migrantes de terceros países de tratar de llegar a territorio estadounidense.

Reducir el déficit comercial mexicano con su vecino, que en 2024 fue de más de 157.000 millones de dólares, o evitar que China aproveche el tránsito por territorio mexicano de sus mercancías para que tengan acceso al mercado estadounidense sin abonar aranceles también estará sobre la mesa.

En Ecuador, donde la llegada del secretario de Estado está prevista el 3 de septiembre, Washington espera poder conocer de cerca las necesidades del Gobierno de Noboa para tratar de reducir la excesiva dependencia que, según EE.UU., se generó con China durante la era de Rafael Correa.

Richard N Haass: Los argumentos a favor de un alto el fuego en Ucrania

Posted on: agosto 29th, 2025 by Super Confirmado

“La madurez lo es todo”, opinaba Edgar en el Rey Lear de Shakespeare. Todo el mundo haría bien en tenerlo presente en medio de los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania.

Rara vez en la historia un bando es capaz de poner fin a una guerra simplemente imponiendo su voluntad al otro. En casi todos los casos, lo que hace que un conflicto determinado esté maduro para el progreso, incluso para la resolución, es la presencia de líderes que opten por un acuerdo en lugar de seguir luchando, que sean lo suficientemente fuertes en casa como para mantener el apoyo a esa postura, que respalden una fórmula que implique algunos beneficios para todos y que acepten un proceso diplomático mutuamente aceptable para lograr estos objetivos.

Hoy, la pregunta obvia sobre la guerra entre Rusia y Ucrania es si pueden identificarse estos elementos. Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho de la paz una prioridad, es difícil ser optimista. Rusia ocupó Crimea y partes de la región oriental ucraniana de Donbás en 2014, y tres años y medio de renovados combates que comenzaron en febrero de 2022 han producido pocos cambios en el mapa. La única paz que cabe imaginar tendrá que ser negociada, no impuesta.

Las perspectivas diplomáticas están especialmente poco maduras cuando se trata de Rusia. El presidente Vladimir Putin es probablemente lo suficientemente fuerte como para vender el fin de la guerra en su país, aunque tendría que explicar por qué se sacrificaron tantas vidas por menos que la victoria total. Pero todavía no está dispuesto a hacerlo, porque cree que está mejor sin acuerdo y que el tiempo juega a su favor. Su objetivo no es más territorio per se, sino el fin de Ucrania como país democrático independiente con estrechos vínculos con Occidente, y no ha mostrado ninguna disposición a conformarse con menos. Tampoco está claro que exista actualmente un proceso que Rusia vaya a aceptar; de forma reveladora, el Kremlin está poniendo trabas a una reunión entre Putin y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.

También hay límites por la parte ucraniana. Ucrania considera preferible un alto el fuego a la continuación de la guerra, pero sólo mientras no se le pida que transfiera permanentemente ningún territorio a Rusia. Zelenski podría vender ese compromiso, aunque muchos en su país se amargarían de que Rusia siguiera ocupando territorio ucraniano.

Una paz duradera entre Rusia y Ucrania sería sin duda preferible, pero sencillamente sigue estando fuera de nuestro alcance. Un acuerdo a largo plazo debe ser factible además de deseable, y por ahora una diplomacia tan ambiciosa no lo es. Además, perseguir una paz duradera antes de tiempo entraña muchos riesgos.

Obligar a Ucrania a ceder territorio recompensaría a Putin por su agresión, tentando posiblemente a otros con ambiciones territoriales a utilizar la fuerza para alcanzar esos objetivos. Además, la negociación de la paz llevaría meses o años, lo que prolongaría los enfrentamientos. Por regla general, el alcance de la ambición diplomática no puede ser mayor que el grado de madurez.

Estas consideraciones ponen de relieve la necesidad de volver a examinar la posibilidad de mediar en un alto el fuego, el planteamiento de Estados Unidos antes de la cumbre entre Trump y Putin en Alaska. Ni Rusia ni Ucrania estarían del todo contentas. Ucrania renunciaría a la capacidad de intentar liberar por la fuerza lo que Rusia ocupa; Rusia renunciaría a la capacidad de ocupar más Ucrania y derrocar a su gobierno.

Pero un alto el fuego ofrece algo a ambas partes, más allá de los beneficios que se derivarían del cese de los combates. Ninguna de las partes tendría que renunciar a sus objetivos a largo plazo ni se le impediría reforzar su ejército.

Para lograr ese alto el fuego serían necesarias dos cosas: una mayor presión sobre Rusia y un compromiso a largo plazo con Ucrania. Gran parte de esto podría lograrse si Trump prometiera (y consiguiera que el Congreso respaldara) la provisión abierta de asistencia militar y de inteligencia que Ucrania necesita para montar una defensa sostenida y llevar a cabo ataques contra objetivos en Rusia. También sería necesaria la imposición de sanciones económicas adicionales a Rusia, así como la promesa de un alivio de las sanciones si Rusia firmara un alto el fuego.

Algunos argumentan que las garantías de seguridad deben extenderse a Ucrania. Esta posibilidad debe abordarse con cautela. Ucrania ya ha sido invadida dos veces a pesar de las garantías que recibió en 1994. Las únicas garantías probadas en Europa en la posguerra han sido las proporcionadas por la OTAN a sus miembros, garantías casi automáticas y respaldadas por importantes capacidades militares estadounidenses y europeas. Aquí no cabe esperar nada parecido.

Europa y Estados Unidos también tienen que pensar detenidamente si quieren abandonar su política de apoyo indirecto a Ucrania a cambio de poner aviones en el cielo y botas en tierra, lo que podría llevarles a una guerra con Rusia. Una vez más, la ayuda en materia de seguridad parece más atractiva que las garantías de seguridad.

Presionar para conseguir un alto el fuego no sería nada fácil. Existe un riesgo real de que la guerra continúe. Con el tiempo, ambas partes tendrían que reevaluar los pro y los contra de seguir luchando y si hay algo más en lo que estén dispuestos a comprometerse para poner fin a la guerra.

E incluso si se produjera un alto el fuego, existe el peligro de que no durara, de que se convirtiera simplemente en una pausa y no en un paso hacia la paz. La forma de evitar la reanudación de los combates consistiría en hacerlos poco atractivos reforzando la disuasión y reforzando este enfoque especificando los costes que se impondrían al bando que violara el alto el fuego.

También existe el peligro de que el alto el fuego dure y que las líneas temporales se conviertan en casi permanentes. Esta ha sido la experiencia tanto en la península de Corea como en Chipre. Aun así, sería mucho mejor que una guerra continua. Y algún día, cuando surja un nuevo liderazgo, podría darse la oportunidad de negociar un acuerdo de paz. Hasta entonces, un alto el fuego duradero parece la mejor opción para todos.

Richard N  Haass es presidente emérito del Consejo de Relaciones Exteriores, es consejero senior de Centerview Partners, Distinguished University Scholar en la Universidad de Nueva York y autor del boletín semanal de Substack Home & Away.

Copyright: Project Syndicate, 2025.www.project-syndicate.org

Nelson Chitty La Roche: Breves sobre el buen gobierno (II) 

Posted on: agosto 29th, 2025 by Super Confirmado

“El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política.”  Simón Bolívar

“Es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado.” Voltaire

“El jefe no debe tener sino una sola pasión; la de su obra y la de su oficio, debe mostrarse reservado e incluso rodearse de misterio. No es malo que tenga su leyenda.” André Maurois

Dejé unas interrogantes la semana pasada al inicio de esta reflexión, ¿Es el liderazgo responsable del buen o mal gobierno; lo es históricamente? y ¿cuándo sabremos si el gobierno fue bueno o malo realmente?

La preeminencia de la jefatura tiene sus cargas también y la responsabilidad es una de ellas; es bueno, ab initio, dejarlo claro. El guía es, por principio, siempre responsable.

Debe entonces el gobernante pensar, consultar, deliberar incluso y decidir, para luego no vacilar, no titubear. La firmeza es apreciada y ofrece confianza a los miembros del séquito y demás asociados a la empresa que se gobierna.

El gobierno debe ser fiel a su proyecto, a sus metas y responder por ellas. Ello no significa que en una eventualidad no pueda o no deba corregir el rumbo, si hubiera mérito para ello; pero, aun corriendo riesgos, debe explicarlo y sustentarlo racionalmente.

Un buen gobierno debe rendir cuentas de lo que hizo, de lo que hace especialmente, con respecto a los asuntos más cercanos a la vida de la gente y por tanto que obran en su rutina existencial. El común necesita sentir que está en la agenda del gobierno sin que ello comprometa advertir, en su gerencia, la consideración de temas más distantes e importantes.

Un sinfín de asuntos que por su naturaleza reclaman la acción y la eficiencia del gobierno y que, por ellos, es y será evaluado, podrían ahora mismo evocarse, pero ya lo hicimos en la entrega anterior. Quiero, no obstante, resaltar lo que tiene significado en el juicio que se va haciendo el cuerpo político sobre la gestión oficial en curso en otros aspectos como apego y admiración en sus dignatarios.

La ciudadanía desempeña un papel al cumplir la ley y asume sus deberes cuando es consciente y, desde luego, exigente. Siempre me ha llamado la atención el sistema de gobierno suizo en el que el ejercicio directo de la consulta democrática acompaña y termina por dirigir al gobierno. Me maravilla, lo confieso, su estabilidad. Viene a mi espíritu aquella frase de Francisco Madero que parafraseo: “Para que haya buen gobierno debe haber buena ciudadanía.”

Ese es otro elemento esencial, el gobierno debe proporcionar certeza, claridad, seguridad, dado que la sociedad no se encierra en los hechos que le presentan y no acatará ninguna impostura o falacia sistémica fácilmente, sobre todo en las democracias que tenemos por avanzadas. El gobierno debe mostrar que el presente es más que eso y que está en paralelo agenciando el futuro.

Así como en la economía, la gente hace de las expectativas sobre las cuestiones que lo afectan en perspectiva un capítulo para el examen diario y por venir, que lo induce y a menudo determina sus escogencias y preferencias; entonces, el progreso en la educación, la salud, la seguridad, la seguridad social son la clave de bóveda para cualquier sociedad del primer mundo, pero igualmente de los países en vías de desarrollo.

La credibilidad institucional es un agente generador de convicciones positivas. Creer en la justicia como control social, político y corporativo es profesar de suyo en la legitimidad de los actos del gobierno y en su validez.

Hay otras experiencias de gobierno que no buscan ser buenos o alcanzar metas de mejoramiento, ni hacer obras de infraestructuras, ni elevar el nivel de vida y el índice de desarrollo humano, ni disminuir las desigualdades, ni eliminar la pobreza partiendo de la pobreza extrema o de la que el filósofo José Rafael Herrera llama la pobreza espiritual, sino que solo les interesa hacerse del Estado como cosa propia de él o de ellos, oligarquizándose y sometiendo para prevalecer a rajatablas y así, autocracias o autoritarismos criminalizados o ideologizados, empero esos ejercicios no serán jamás calificados como buenos ni por ellos mismos.

¿Es el gobierno y él o los gobernantes entonces responsables por sus conductas y ejecutorias? ¿Lo son ante la historia?

Sí, definitivamente. El poder y sus actores son responsables en toda la gama de escenarios posibles y si acaso no hay ponderación de sus prestaciones porque el sistema mismo es el imputable, queda la historia y la posteridad para establecerlo.

Fidel no fue y no será absuelto por la historia como pretendió, sino que ha sido condenado por la susodicha. El dúo de los Ortega de Nicaragua alguna vez saldrán del averno que han edificado y no serán recordados como buenos; y en el caso nuestro, concluyo con una interrogante para los que me leen: ¿Cómo juzgará la historia a Hugo Chávez y a la revolución que nos quitó lo que teníamos y nos trajo a este tremedal de tristeza, amargura, precarización y desolación en que vivimos?

¿Cuándo sabremos si el gobierno es bueno? El desempeño nos lo va diciendo, aunque el mejor y más preciso balance lo hace el tiempo. En Venezuela, por solo referirnos a nuestro país, seria y objetivamente, el periodo 1958/1998, que recibió muchas críticas y fue blanco de todos los denuestos y reclamos posibles, con medios de comunicación orquestados e implacables para, pareció a ratos, defenestrarlo, todo el día se reivindica ante propios y extraños no solo por sus méritos -que abundan y la estadística lo comprueba- sino que se le compara con el peor de todos los gobiernos de nuestra historia y cuidado si del mundo.

La asignatura del mal gobierno suele verse inscrita por doquier y supera largamente a aquella del buen gobierno. Sin embargo, cabe una afirmación y no es de Perogrullo: hay que hacerlo mejor para que sea mejor.

nchittylaroche@gmail.com

@nchittylaroche

 

« Anterior |